Damasco/Estambul. El régimen sirio declaró ayer la guerra a los rebeldes de la oposición, a quienes acusó de haber provocado los enfrentamientos de los últimos días, mientras los opositores volvieron a tomar ayer las calles de Deraa, al sur de la capital Damasco. El diario cercano al gobierno Al Watan escribía ayer que lo que está ocurriendo en el país "es una batalla contra un poder extranjero que gasta millones de dólares con el objetivo de golpear la seguridad y estabilidad de Siria". Todos los sirios deben por ello estar dispuestos a proteger su patria, señala. Sobre todo los clérigos fueron llamados a explicar a sus fieles que no caigan en las mentiras fabricadas por medios extranjeros.

La oposición denunció por su parte una "masacre" en la ciudad de Deraa, comparable a la de Hama en 1982, cuando el padre del presidente actual, Hafiz al Assad, reprimió con gran violencia un levantamiento de los Hermanos Musulmanes, matando a miles de habitantes de la ciudad. Deraa se convirtió en los últimos días en centro de las protestas contra el presidente sirio, Bashar al Assad, y su gobierno.

Los habitantes de la ciudad aseguraron que la Policía y el Ejército mataron a 22 personas el miércoles y que hay más de 250 heridos. En los funerales que se celebraronn ayer, miles de personas volvieron a tomar las calles de la ciudad. También se realizaron funerales en el pueblo de Jorfat Ghasale. Según señalan desde la oposición, entre las víctimas hay gente de áreas cercanas a las que las fuerzas de seguridad atacaron tras dejarlas entrar en la ciudad.

ayuda exterior El clérigo de la mezquita Al Omari de Dara, jeque Ahmed al Zayasina, dijo que tras el baño de sangre del miércoles la ciudad seguía cercada por las fuerzas de seguridad. La gente de la ciudad que protagonizó las protestas contra la represión y la corrupción la última semana tiene miedo y espera la ayuda exterior. Según un testigo, francotiradores están apostados en los tejados cerca de la mezquita Al Omari, epicentro de las protestas.

Activistas defensores de los Derechos Humanos en Damasco informan entretanto de nuevas detenciones. El activista político y periodista Mazen Darwish, fundador del centro de Medios y Libertad de opinión en 2009, está desaparecido. En los últimos días habló públicamente de los sucesos en Deraa. Su esposa, Jara Badr, explicó que las fuerzas de seguridad lo obligaron en los últimos días a comparecer para garantizar que no había salido de la ciudad, pero el miércoles no volvió a casa. Siria es gobernada por el partido Baaz desde 1963, bajo un régimen que restringió las libertades políticas.

"el ejemplo es egipto, no libia" El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, y el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, instaron ayer al presidente sirio, Bashar al Asad, a seguir los pasos del egipcio Hosni Mubarak y dejar el poder de forma pacífica. "Es difícil saber lo que ocurre en Siria. Si tuviera que aconsejarles les diría que siguieran el ejemplo del gobierno egipcio y no el de Libia", afirmó Barak en una rueda de prensa en Tel Aviv con el secretario de Defensa estadounidense. Al referirse a los violentos sucesos que suceden en el vecino país árabe, Gates sostuvo que Asad "se enfrenta al mismo reto de tantos gobiernos en la región, las necesidades insatisfechas de sus pueblos". "Acabo de llegar de Egipto -agregó el secretario de Defensa- y allí el Ejército se hizo a un lado y permitió a la gente manifestarse y llevar a cabo una revolución democrática. Los sirios deberían aprender la lección".

Una activista elevó a 80 personas las muertas en el ataque de las fuerzas de seguridad sirias para dispersar una protesta contra el gobierno alrededor de la mezquita Al Omari en Dara, al sur de Damasco, el miércoles, según denunció en condición de anonimato. "Unas 80 personas murieron después de que militares vestidos de civil asaltaran la mezquita Al Omari", señaló, hablando de numerosos heridos. Según la testigo, los atacantes dispararon contra todo el que estaba dentro de la mezquita. Sin embargo, otros activistas señalaron que el ataque fue perpetrado por funcionarios de las fuerzas de seguridad en lugar de militares. Cientos de manifestantes contra el Gobierno habían acampado en la explanada de la mezquita. Miles de personas marcharon ayer en un funeral por las víctimas, cantando ¡Siria es libre, queremos que se vaya Bashar!, en referencia al presidente Bashar al Assad, que asumió el poder tras las muerte de su padre, Hafez, en 2000. Siria es gobernada por el partido Baaz desde 1963, bajo un régimen que restringió las libertades políticas. Numerosos ciudadanos y activistas sirios se manifestaron ayer ante el consulado de Siria en Dubai para condenar la violencia de las fuerzas de seguridad ayer contra los manifestantes en Deraa, al sur del país. Durante la protesta, el activista Rachid al Kufri leyó un manifiesto en el que reclamó la anulación del estado de emergencia en Siria, vigente desde 1963 y la puesta en libertad de los presos políticos.