jerusalén. Una israelí murió y al menos otras treinta personas resultaron heridas ayer en un atentado en Jerusalén, el primero con bomba desde 2004 y que coincide con una escalada de violencia en los últimos días en la franja de Gaza.
La explosión se produjo en una de las entradas de Jerusalén, entre la estación central de autobuses de la ciudad y el principal centro de congresos, a unos 200 metros del famoso puente colgante de Santiago Calatrava y zona de tránsito masivo a cualquier hora del día. "Un bolso con una carga de entre uno y dos kilos estalló fuera de un autobús", dijo el ministro israelí de Seguridad Interior, Itzhak Aharonovich. La explosión liberó una gran cantidad de bolas de acero que habían sido adosadas al material explosivo, que fue abandonado en un bolso junto a una parada de autobús y una cabina telefónica.
Una mujer que estaba en estado crítico ingresó cadáver en uno de los hospitales de la ciudad, y otros dos heridos siguen en estado grave. El resto tienen heridas leves.
La víctima mortal es una mujer de 59 años que probablemente estuviera cerca del artefacto, porque, según explicó el director del Maguen David Adom (equivalente a la Cruz Roja), Eli Bin, al explotar la bomba en una zona abierta la onda se dispersó, por lo que no causó más muertos.
El portavoz de la Policía, Miki Rosenfeld, señaló que "ninguno de los heridos es sospechoso de estar detrás del ataque" y que quien colocó el bolso se marchó antes de detonarlo. En medio de las labores de rescate, los buscas, móviles y radios de la Policía y los servicios de emergencia comenzaron a alertar de un nuevo atentado a menos de dos kilómetros de distancia, alarma que resultó ser falsa pero que provocó una momentánea y masiva huida de ambulancias y patrullas hacia el segundo escenario.
A lo largo del día de ayer ninguna organización asumió la autoría del ataque, pero grupos en la franja palestina de Gaza como la Yihad Islámica y los Comités Populares de Resistencia lo ven como "una respuesta natural a los crímenes del enemigo". El Ejército israelí y las milicias palestinas están enfrentadas desde hace cinco días en una espiral de violencia con continuos ataques. El máximo dirigente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, condenó el atentado y recordó a las víctimas en Gaza de los bombardeos israelíes.