El rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdelaziz, anunció ayer una serie de medidas económicas para apoyar a los empleados públicos, a los desempleados y a los estudiantes, en medio de los llamamientos para evitar divisiones políticas en el país. Entre los decretos aprobados figuran: fijar un salario mínimo en 3.000 riales (800 dólares), dos meses de sueldo para los empleados públicos y una asistencia de 2.000 riales (533 dólares) para desempleados; y destinar 250.000 millones de riales (66 millones de dólares) para la construcción de viviendas y 160.000 millones de riales (42 millones de dólares) para ampliar hospitales.