TOKIO. Ya a las 5.00 (ocho horas menos en la España peninsular) la radiactividad era de 279,4 microsievert. Se habían registrado 292,2 a las 20.40 del jueves, justo después de que helicópteros y camiones cisterna militares descargaran agua sobre la piscina de combustible para tratar de enfriarla. En total lograron lanzar 64 toneladas.
Los operarios continúan con la misión este viernes. Entretanto, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), que explota la central, avanza en los trabajos de conexión a la red que permitirán poner de nuevo en marcha los sistemas de refrigeración.