BURGOS. Ecologistas en Acción considera que el accidente de la central nuclear de Fukushima es el más grave tras el que se produjo en la central nuclear de Chernobil y compara la instalación japonesa con la de Santa María de Garoña (Burgos), cuyo cierre está anunciado para 2013. En un comunicado, el grupo ecologista califica la situación de los reactores 1 y 2 de Fukushima de "gravísima" porque la explosión en el reactor 1 ha motivado el escape de radiactividad mientras que los operarios trabajan para enfriar el núcleo del número 2.
Ecologistas en Acción recuerda en su comunicado que el reactor de la planta japonesa data de marzo de 1971, unos meses antes de que la central burgalesa de Santa María de Garoña se enganchase a la red, en octubre de 1971, y es como el de Garoña, de agua en ebullición. La central nuclear de Fuskushima comprende seis reactores de agua en ebullición en funcionamiento y dos más en construcción, también de agua en ebullición. Los reactores 1 y el 2, que según el grupo ecologista tienen "serios problemas", empezaron a funcionar el 26 de marzo de 1971 y el 18 de julio de 1974, respectivamente, y tienen potencias eléctricas de 460 MW y 784 MW.
Ecologistas en Acción asegura que el reactor Fukushima 1 es similar al de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), con un sistema de agua en ebullición en el que la estabilidad del reactor depende de que se controle la cantidad de vapor en el núcleo, lo que depende de la presión y la temperatura.
En el comunicado, la organización ecologista indica que en las centrales de agua en ebullición el nivel de vapor del reactor es clave para la seguridad, porque una excesiva cantidad de vapor en el reactor haría que disminuyera la posibilidad de enfriar el núcleo radiactivo, lo que aumentaría el riesgo e accidente. Además, en este tipo de centrales, las tuberías de vapor radiactivo salen de la contención y recorren varias dependencias de la de la central, por lo que la explosión de una tubería hace que la radiactividad escape inmediatamente al medio ambiente.
Ecologistas en Acción recuerda que en el caso de la central japonesa ha sido necesario evacuar 150.000 personas que habitan en un radio de 30 kilómetros en torno a la central, mientras los planes de emergencia nuclear de las centrales españolas sólo prevén actuaciones en torno a los 10 km de radio de las nucleares.