El año 2010 fue el más sangriento para la población civil de Afganistán desde la llegada de las tropas internacionales al país, según reveló hoy la ONU, que atribuyó la mayoría de las víctimas a las acciones de los talibanes. En su informe anual, la misión de las Naciones Unidas en Afganistán explicó que 2.777 civiles fallecieron el año pasado por el conflicto en el país, lo que representa un aumento del 15% respecto a 2009. Los datos de 2010 son los peores desde la caída del régimen talibán hace casi una década, y elevan el cómputo de civiles muertos en los últimos cuatro años a 8.832, una media superior a los dos millares anuales.