parïs. El primer ministro británico, David Cameron, coincidió ayer con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la necesidad de celebrar una cumbre europea extraordinaria centrada en la crisis libia, según informo el Elíseo en un comunicado. La nota precisa que Sarkozy y Cameron llegaron a esta conclusión durante una conversación telefónica. En ella "decidieron pedir juntos" al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que convoque una reunión extraordinaria para que la Unión Europea (UE) "adopte las medidas necesarias".
Lo curioso es que esta petición llegaba pocas horas después de que la Unión Europea aprobara sanciones económicas y militares contra el régimen de Gadafi y considerara que el impacto de las revueltas no afectará a su suministro energético. Los Veintisiete respaldaron las medidas que adoptó la ONU el fin de semana -embargo a la exportación de armas, congelación en territorio comunitario de los activos de Gadafi y su entorno y prohibición de visados para entrar en la UE- y además amplió su alcance. "Las medidas de la UE no se limitan a la resolución de la ONU, sino que añaden sanciones propias", confirmó la presidencia húngara de turno de la UE.
Y es que los países de la UE quisieron extender el alcance del embargo de armas y municiones también a los materiales antidisturbios y ampliar la lista de personas a las que se aplicará la retirada de visado y la congelación de fondos. Así, la UE amplió la prohibición de viajar a territorio comunitario a 25 personas del entorno de Gadafi (en lugar de sólo a 16 como decidió el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas) y congelará los activos de otros 25 individuos (frente a los cinco que acordó la ONU).
Eso sí, enntre las restricciones acordadas ayer no se incluyó finalmente la imposición de una área de exclusión aérea en Libia. Esa decisión se reserva para la cumbre extraordinaria pedida por Londres y París.