dublín. El conservador Fine Gael de Enda Kenny, ganador de las elecciones irlandesas del viernes, esperó ayer los resultados definitivos, que determinaran si podrá gobernar en solitario o en coalición con el Partido Laborista. Cuando se llevaban adjudicados 146 de los 166 escaños que forman el Parlamento irlandés (Dáil), el Fine Gael (FG) tenía 65 diputados, seguido por los laboristas (34), el gobernante Fianna Fáil (FF) (17), el Sinn Fein (13) e Independientes y Otros (17). El escrutinio de los votos se reanudó ayer a las 09.00 horas. En esta ocasión hasta el último voto es de gran importancia para los conservadores, pues, aunque no llegen a la mayoría absoluta, no descartan, si quedan cerca, la opción de buscar apoyos entre la nueva y numerosa partida de diputados independientes salidos de los comicios celebrados el viernes.
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