MADRID. Médicos sin Fronteras (MsF) ha presentado hoy la campaña "Hambrientos de Atención" para reclamar un cambio de las ayudas alimentarias de los principales donantes, que están dando "una respuesta insuficiente" a la lucha contra la desnutrición infantil, por la que mueren cada día 10.000 niños en el mundo.

La desnutrición puede combatirse "de forma efectiva con alimentos suplementarios y tratarse con alimentos terapéuticos, que tienen nutrientes esenciales que los niños necesitan. Sin embargo, los programas de ayuda siguen suministrando mezclas de harinas enriquecidas", ha explicado a EFE Raquel González, delegada de la organización en Madrid.

La desnutrición afecta a 195 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo, de los que 19 millones padecen desnutrición aguda severa, aunque sólo el 10 por ciento -de estos últimos- reciben alimentación terapéutica.

"Es quizás la parte más indignante de la emergencia de la desnutrición infantil: que existe una solución que no se está aplicando y los responsables de la ayuda humanitaria son conscientes de estar enviando a los países pobres unas ayudas que no sirven para curar la desnutrición; ni ellos mismos la utilizan para asistir a las capas más vulnerables de su propia población", ha lamentado.

España ha sido pionera al adaptar sus políticas de ayuda alimentaria a las necesidades específicas de la primera infancia y se convirtió en 2009 en el primer país donante mundial de alimentos suplementarios para menores de cinco años.

"Necesitamos que se traslade este compromiso a los otros países de la UE, a EEUU, Canadá, Japón y Australia", ha reclamado la responsable de Médicos sin Fronteras.

Para ello, la organización internacional está llevando a cabo la campaña, que pretende recoger firmas para pedir a los principales donantes y financiadores de esta ayuda "que cambien la historia de la desnutrición".

En España, la iniciativa se desarrolla durante el mes de febrero con la proyección en plazas de Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Bilbao y Santiago, de siete colecciones fotográficas, a través de una gran pantalla, que repasan esta situación en países de África, Asia y América.