MADRID. Después de la decepción que provocó el jueves el mensaje de Mubarak, que dijo que se mantenía en el cargo pero cedía sus poderes al vicepresidente, Omar Suleimán, el anuncio que acaba de hacer éste último ha colmado de felicidad a los egipcios.
A lo largo del día, miles de personas se habían concentrado también frente al palacio presidencial y a la sede de la televisión estatal en El Cairo, insistiendo en su petición de que Mubarak dimitiera. También ha habido protestas multitudinarias en Alejandría, la segunda ciudad del país, y en otros puntos del país.
El anuncio se ha producido tras conocerse que Mubarak se había trasladado con su familia a Sharm el Sheij.