Roma. La Fiscalía de Milán solicitó ayer un juicio inmediato para el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, por su implicación en el llamado caso Ruby, en el que el mandatario es investigado por incitación a la prostitución de menores y abuso de poder. Será ahora la jueza para las investigaciones preliminares, Cristina Di Censo, quien decida, para lo que tiene cinco días prorrogables.
Tras conocer la petición, Berlusconi, de 74 años, denunció que se trata de una "vergüenza y un asco, que llena de fango al país" y reiteró que la Fiscalía milanesa no es competente en este caso y que la iniciativa tiene un fin "subversivo".
"Estas medidas violan la ley y van contra el Parlamento, porque la Fiscalía de Milán no tiene competencia ni funcional ni territorial", dijo Berlusconi en una rueda de prensa, en la que añadió que las acusaciones son "infundadas" y la investigación, una "farsa" que tiene como única finalidad la "difamación mediática".
Silvio Berlusconi agregó que las acusaciones, además de ofender la dignidad de Italia, también "han echado fango" sobre su persona "a nivel internacioal".
"No sé quien pagará. Pagará el Estado porque naturalmente intentaré encausar al Estado", añadió.
Il Cavaliere reiteró que no existe el supuesto abuso de poder (concusión) del que se le acusa por haber telefoneado a una comisaría de Milán el pasado 27 de mayo para que liberaran a la joven marroquí Ruby R., retenida por un pequeño robo, alegando que se trataba de la sobrina del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
"Intervine como presidente del Gobierno porque me preocupaba que pudiese suceder un incidente diplomático internacional", dijo, reiterando con esas palabras que estaba convencido de que se trataba de una parienta del mandatario egipcio. Tampoco subsiste, según él, la hipótesis de incitación a la prostitución de menores.
Berlusconi tuvo tiempo para quitar importancia al asunto durante la rueda de prensa y añadió: "No me preocupo por mí, soy un viejo rico que puede dedicarse a hacer hospitales para niños, como he deseado siempre".
Los fiscales no piensan lo mismo y, según dijo ayer el fiscal jefe de Milán, Edmondo Bruti Liberati, consideran que "existe la evidencia de la prueba" que permitiría juzgar a Berlusconi por esta vía.
La jueza Cristina Di Censo deberá decidir si se le enjuicia por procedmiento inmediato por las dos hipótesis de delito o sólo por alguna de ellas.
Asimismo puede decidir si el caso es competencia del Tribunal de Milán -tesis defendida por los fiscales ya que aseguran que "no existe la hipótesis de delito ministerial"- o del Tribunal de ministros.
La documentación enviada por la Fiscalía a la jueza ocupa un total de 782 páginas.
Además de Berlusconi, por el caso Ruby también son indagados por incitación a la prostitución el representante de artistas Lele Mora; el director de informativos del canal Retequattro (propiedad del primer ministro), Emilio Fede, y la consejera de la región de Lombardía Nicole Minetti.
Si los fiscales han basado la hipótesis del delito de concusión en la llamada de Berlusconi a la comisaría, el de incitación a la prostitución de menores está basado en numerosas interceptaciones telefónicas a las chicas que acudieron a las fiestas del mandatario.