Múnich. El futuro de Afganistán y los próximos retos de seguridad regionales y globales euroatlánticos centraron ayer la última jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich, los dos primeros días fueron copados por las protestas ciudadanas árabes en Egipto, Túnez y Yemen.

El ministro de Exteriores y vicecanciller alemán, Guido Westerwelle, abrió la sesión ofreciendo al presidente afgano, Hamid Karzai, el apoyo de Alemania después de 2014, fecha prevista para la transferencia definitiva de poderes a las autoridades locales, pero exigió a Karzai combatir "la corrupción y el nepotismo".

En el turno de Karzai, éste comunicó que el próximo 21 de marzo anunciará la primera fase del plan del esperado traspaso de poderes a las autoridades afganas. Karzai pidió más inversiones a sus aliados y a cambio prometió "una lucha firme a favor de la justicia universal, en contra de la corrupción y por una administración que funcione".

También recogió el guante lanzado previamente por Westerwelle y aseguró que "la corrupción, el nepotismo, Al Qaeda y los talibanes son nuestros retos más serios". El líder afgano explicó a los presentes que en el futuro "Afganistán será un estado que participará en la seguridad de la región" porque "las amenazas en mi país son las amenazas de todos".

Antes de Karzai, la ministra francesa de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, exigió una modernización de los sistemas defensivos europeos para los futuros retos de seguridad y aseguró que "el paraguas de Estados Unidos no es universal ni eterno". También admitió que la situación ha variado tras la crisis financiera internacional y la reducción de gran parte de los presupuestos en Defensa, pero advirtió que en la relación transatlántica "se supone que nosotros estamos preparados para contribuir en la misma medida" que Estados Unidos, "seamos claros, el riesgo de bajar de categoría estratégica es real", aseguró la ministra francesa, quien estableció como prioridad modernizar las capacidades de anticipación de la defensa europea, por lo que propuso renovar los satélites de reconocimiento.

En su última sesión, la Conferencia de Seguridad de Múnich dedicó un breve homenaje al diplomático recientemente desaparecido Richard Holbrooke, artífice junto a Carl Bildt de los Acuerdos Paz de Dayton (1995) en Bosnia y hasta su muerte (el 13 de diciembre de 2010) asesor especial del presidente de EEUU para Afganistán y Pakistán.

El acto postrero de la 47 Conferencia de Seguridad fue un debate sobre la OTAN y Afganistán donde los participantes defendieron "los grandes progresos" en el país y la necesidad de contar en el futuro con un diálogo transfronterizo con el vecino Pakistán, al tiempo que coincidieron en condenar la corrupción.