MOSCÚ. El presidente ruso, Dimitri Medvedev, ha destituido al subdirector de la Policía de Moscú y al responsable de la seguridad en el transporte en el Ministerio del Interior dos días después del atentado suicida que este lunes causó la muerte de 35 personas y dejó heridas a unas 180 en el principal aeropuerto internacional de la capital.
El subdirector de la Policía moscovita, Vladimir Chugunov, llevaba en el cargo desde 2001. En un comunicado del Kremlin recogido por la agencia RIA Novosti, Medvedev afirma que el atentado fue posible por el "caos" existente en el sistema de seguridad del aeropuerto de Domodedovo y exige al Ministerio del Interior y al Servicio Federal de Seguridad que se castigue a los responsables de la seguridad.
Por otro lado, el presidente ruso ha dicho que ha firmado un decreto por el que destituye a Andrei Alekseyev, "jefe del departamento de seguridad en el transporte en el Ministerio del Interior" y ha advertido de que habrá más destituciones.
Medvedev ha pedido al ministro del Interior, Rashid Nurgaliyev, que "reestructure" todo el aparato policial encargado de los transportes para garantizar la seguridad de los usuarios. "Si la gente no entiende cómo hay que trabajar, encontraremos a otra gente", ha indicado.
Asimismo, ha incidido en la necesidad de establecer un sistema de colores para determinar el riesgo de ataques en cada momento en los medios de transporte rusos, similar a los que se usan en los países occidentales.
Hasta ahora, ningún grupo se ha atribuido la autoría del atentado, que se produjo menos de doce meses después de aquel en el que dos mujeres terroristas suicidas del Cáucaso Norte detonaron sus explosivos en el metro de Moscú, matando a unas 40 personas.
Los datos disponibles son confusos, y mientras algunos apuntan a que el ataque lo perpetró una 'Viuda Negra' --una terrorista islamista suicida de Chechenia-- acompañada por un hombre, otros indican que lo llevó a cabo un hombre.
Este miércoles ha sido declarado día de luto en la región de Moscú, donde las banderas ondean a media asta y las autoridades han pedido a las cadenas de televisión que cancelen todos los programas de entretenimiento como muestra de respeto a las víctimas.