Túnez. El ex ministro de Interior y actual presidente del Senado, Abdalá Kalel, y Abelaziz Bendhia, antiguo responsable de Defensa y principal consejero del presidente depuesto Ben Alí, fueron detenidos y se encuentran bajo arresto domiciliario, según informó ayer la agencia oficial tunecina TAP.
Un tercer colaborador del presidente derrocado, Abdelwahab Abdalá, ex ministro consejero de Ben Alí y conocido por haber controlado durante años con mano de hierro los medios de comunicación en el país, "está siendo investigado", según la agencia oficial.
El actual primer ministro del Gobierno de transición, Mohamed Ghanuchi, afirmó hace unos días que los responsables de corrupción y abuso de poder en el país "serán llevados ante la justicia".
Además, el propietario de la cadena de televisión privada Hannibal TV, Larbi Nasra, próximo a la familia del presidente depuesto Ben Alí, también fue detenido bajo la acusación de "alta traición" y "tentativa de atentado contra la seguridad del Estado", según informó la misma agencia tunecina.
Según la agencia oficial, Nasra intentó a través de su cadena de televisión favorecer el regreso del presidente derrocado al poder y persiguió "que fracasara la revolución de los jóvenes, sembrar el desorden, e incitar a la desobediencia civil".
Por otra parte, ayer los tunecinos procedentes de las zonas rurales más pobres se unieron a las protestas en las calles de la capital para exigir que la revolución iniciada por ellos barra los restos del régimen del ex presidente Ben Alí y dimitan los ministros del régimen anterior que aún conservan sus cargos.
Cientos de personas llegadas a la capital en una "caravana de la libertad" marcharon por Túnez hasta la sede oficial del primer ministro, Mohamed Ghanuchi. Muchos manifestantes eran de Sidi Bouzid, ciudad en la que se originó la revuelta con la inmolación del joven Mohamed Bouazizi, joven informático en paro al que le fueron requisadas por la Policía las frutas y verduras que vendía en un puesto.