túnez. La televisión estatal tunecina anunció ayer que 33 miembros de la familia del huido presidente Zine el Abidine Ben Ali y de la de su esposa, Leila Trabelsi, habían sido detenidos en los últimos días por diferentes delitos contra el país. La televisión difundió además imágenes de numerosas joyas, relojes y cartas de crédito internacionales incautados a los detenidos, aunque no precisó su identidad ni las circunstancias en que fueron arrestados. Entre los objetos intervenidos el canal público mostró collares de perlas, brazaletes de diamantes, zafiros, monedas de oro o bolígrafos especiales preparados para disparar balas reales.
Los 33 detenidos han sido puestos a disposición judicial, indicó la televisión. La Justicia tunecina abrió el miércoles un procedimiento contra Ben Ali y varios miembros de su familia política por "adquisición ilegal de bienes mobiliarios e inmobiliarios, depósitos financieros ilícitos en el extranjero y exportación ilegal de divisas". La investigación judicial incluye al ex presidente huido a Arabia Saudí, a su mujer Leila Trabelsi y a los "hermanos, yernos y sobrinos" de ésta, según anunciaron los medios estatales, que indicaron que los bienes de los afectados "podrán ser expropiados".
El conocido como el clan de los Trabelsi era especialmente odiado por los tunecinos, que le acusan de haberse apropiado de las riquezas del país, incluidas tierras y multitud de bienes estatales.
El rcd, incautado El Gobierno de transición tunecino adoptó ayer un proyecto de ley de amnistía general, que incluye a los islamistas presos del partido ilegal Enahda, anunció ayer el ministro de Enseñanza Superior, Ahmed Brahim, a la salida del primer Consejo de Ministros del Ejecutivo. También se aprobó la incautación de todos los bienes del RCD, partido del presidente tunecino huido tras desatarse las revueltas populares. Entretanto la situación durante la pasada noche en el país magrebí volvió a ser de relativa calma, según indicaron habitantes de varias regiones.
En la capital no se escucharon disparos durante el toque de queda, cuyo inicio fue retrasó dos horas desde este miércoles, debido a la mejora de la situación de seguridad. Ante la escalada de odio a todo lo relacionado con Ben Ali, el partido en el poder en Túnez bajo el régimen del expresidente, la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), anunciaba ayer la disolución de su comité político, máximo órgano de dirección, informó la televisión estatal. El anuncio se produjo después de que los ministros del RCD en el nuevo Gobierno de transición abandonasen su militancia en esta formación, en la que muchos ocupaban altos cargos directivos. "A causa de la dimisión de algunos miembros del comité político, está instancia ha quedado disuelta de hecho y el secretario general, Mohamed Ghariani, se encarga momentáneamente de la gestión de los asuntos corrientes del partido", según un comunicado del RCD citado por la agencia oficial TAP. Poco antes, otro comunicado de la agencia tunecina anunció que Zuhair Emdafar, uno de los ministros de la RCD en el Gabinete de transición había presentado su dimisión. El ministro dijo haber dimitido para "preservar el interés supremo de la nación y favorecer la transformación democrática del país".
Emdafar había sido nombrado el pasado lunes ministro adjunto al primer ministro, Mohamed Ghanuchi, encargado del Desarrollo Administrativo. Según indicaron fuentes del Gobierno, su dimisión obedece, sin embargo, a que se negó a abandonar su militancia en el RCD, tal y como hicieron ayer el resto de ministros de este partido. La presencia de numerosos miembros del partido de Ben Ali en los puestos clave del Gobierno de transición, continúa provocando las protestas de los tunecinos, que se manifestaron ayer en varios puntos de la capital.
arrancan los símbolos del rcd Varios miles de personas se encuentran concentradas ante la sede principal del RCD en el centro de Túnez para exigir la disolución del partido y la salida de todos sus ministros del Gobierno.
Al llegar la manifestación ante la sede del partido, algunos soldados y policías dispararon al aire para impedir el acceso a su interior. Posteriormente los militares tomaron el control y permitieron que los manifestantes permaneciesen congregados ante el inmenso edificio de más de 20 plantas, uno de los principales símbolos del antiguo régimen. También permitieron el acceso al interior de la sede de un pequeño grupo de manifestantes, que arrancaron el nombre en árabe del RCD. Cuando cayó al suelo la primera palabra (Agrupación) se produjo una tremenda explosión de alegría entre los manifestantes, que prorrumpieron en aplausos.