tehrán. Los siete embajadores de países adscritos al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) invitados por Irán a sus instalaciones nucleares visitaron ayer la central de Natanz, donde el régimen iraní lleva a cabo su programa de enriquecimiento de uranio. Pese a que Irán reiteró que se trata de un gesto de "transparencia", hasta el momento poco se conoce del contenido de la visita, a la que no fue invitada la prensa extranjera acreditada en Irán.
Solo la televisión estatal iraní mostró imágenes de los diplomáticos entrando en el citado reactor nuclear, acompañados por el ministro interino iraní de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Salehí y el embajador de Irán ante el OIEA, Alí Ashgar Sultaniyé, los únicos que hicieron declaraciones. En concreto, Sultaniye dijo que ésta era una acción "sin precedentes, destinada a mostrar un cien por cien de transparencia".
Los siete embajadores, que representan al Movimiento de los Países no Alineados, el grupo de los 77, la Liga Árabe, Venezuela y Siria, iniciaron el pasado sábado su visita con un paseo por la el reactor de agua pesada de Arak, donde las autoridades dijeron haberles mostrado avances como la fabricación de componentes deuterados.
La invitación al viaje, que se produce a una semana escasa de que Irán y las grandes potencias mundiales retomen el diálogo nuclear en Estambul, había sido rechazada incluso por los países con mejores relaciones con la República Islámica. Tanto China como Rusia, Brasil o Turquía declinaron la invitación del régimen iraní, tildada de "payasada" por Estados Unidos.
La Unión Europea, por su parte, insistió en que la visita de las plantas es tarea de los inspectores del OIEA y señaló que no se trata más que de un acto de propaganda a una semana de que se reanude el diálogo nuclear en Estambul.
Salehí, que acompañó a la delegación, anunció que su país planea en un futuro próximo más visitas como éstas a las polémicas instalaciones nucleares nacionales. "Ya hemos anunciado que expertos técnicos pueden viajar junto a sus embajadores a Irán para visitar estas instalaciones de cerca y explicar las realidades de nuestras actividades nucleares", apostilló.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusan al régimen iraní de ocultar, bajo su programa civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas. Las sospechas se centran, sobre todo, en el programa de enriquecimiento de uranio de Irán, país que ya advirtió que bajo ningún concepto renunciará a este derecho.