WASHINGTON. La mayoría de las aves se han precipitado sobre la ciudad de Beebe, ubicada a unas 30 millas (unos 48 kilómetros) al noreste de la capital estatal, Little Rock. Los servicios de limpieza las han recogido de las aceras y los tejados de las viviendas.

Aunque se desconocen las causas exactas del fenómeno, las autoridades barajan varias posibilidades, como que resultaran heridas por los fuegos artificiales de Año Nuevo o por el granizo caído en los últimos días.

No obstante ninguno de los pájaros presenta signos externos de estas agresiones, por lo que la hipótesis principal apunta que su muerte pudo deberse al estrés sufrido por estos acontecimientos.

Los cadáveres de los animales serán trasladados a varios laboratorios de Little Rock, Madison y Wisconsin para su estudio, según informó la cadena Sky News.