Córdoba (argentina). Al igual que hiciera la víspera el dictador argentino Jorge Rafael Videla, el exgeneral Luciano Menéndez defendió ayer la represión de la dictadura argumentando que Argentina sufriría como Colombia si las Fuerzas Armadas no hubieran derrotado a la guerrilla en la década de 1970. Quien fuera jefe del Tercer Cuerpo del Ejército habló ante los jueces del Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba antes de que se conociera su sentencia por el fusilamiento de 31 presos políticos en esa provincia del centro del país.
"¡Miren a Colombia. Miren lo que habría pasado si no hubiésemos actuado contra la guerrilla!", destacó Menéndez, de 83 años, quien acumula cuatro condenas a prisión perpetua por delitos de represión cometidos durante la dictadura (1976-1983). Al justificar el accionar del régimen militar, señaló que los enemigos de las Fuerzas Armadas "fueron los terroristas marxistas que por orden de la Unión Soviética y su sucursal americana, Cuba, querían someter al país a su sistema". "Nunca perseguimos a alguien por sus ideas", afirmó antes de considerar que las "fuerzas subversivas ensangrentaron el país, secuestraron a 1.750 personas y perpetraron 300 atentados en toda Argentina".
"Las Fuerzas Armadas ahorraron sufrimiento a la Patria, y nosotros estamos siendo juzgados por supuestos crímenes. Tenemos el mérito de ser el primer país que juzga a los soldados victoriosos", reiteró Menéndez. Tras indicar que en la década de 1970 "nadie discutía a los militares", señaló que "los ex guerrilleros, hoy funcionarios, no se sacaron aún la piel de cordero". "Espero que los guerrilleros del 70 no logren afianzar su poder. Venimos soportando siete años de autoritarismo (en alusión al gobierno del fallecido Néstor Kirchner y el actual de Cristina Fernández). La democracia dignifica al ciudadano, pero necesita ciudadanos dignos. Espero que volvamos a inaugurar una nueva etapa democrática", apuntó.
El martes, al pronunciar sus últimas palabras antes de la sentencia de ayer, el ex dictador Rafael Videla insistió en que los militares libraron "una guerra justa" contra el terrorismo. Argentina vivió "una guerra no clásica, irregular, yo diría que su signo distintivo fue la imprecisión" porque no se puede determinar "cuándo empezó", aseguró. Videla, de 85 años, reclamó, además, "el honor de la victoria" ante la guerrilla y remarcó que asume "todas sus responsabilidades" como jefe del Estado, cargo que ocupó entre 1976 y 1980.