Estrasburgo. El disidente cubano Guillermo Fariñas, premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo, reclamó ayer a la Unión Europea que se mantenga firme con Cuba y condicione las relaciones económicas con la isla al respeto de la democracia y el fin de la persecución de los opositores. "Mi mayor esperanza es que no se dejen engañar por los cantos de sirena de un cruel régimen de comunismo salvaje", afirmó Fariñas en un mensaje de audio grabado que enmudeció a los eurodiputados, con la mirada fija en su silla vacía que debía ocupar el disidente premiado y que apareció sólo vestida por una bandera cubana.
Para el opositor, "la aspiración de Cuba aparentando supuestos cambios económicos es que la Unión y el Parlamento europeos levanten la posición Común y beneficiarse de los créditos e inversiones". El disidente no pudo viajar a Estrasburgo para recoger el premio a la libertad de conciencia en persona por la prohibición del Gobierno de Raúl Castro. Fariñas apuntó que el hecho de no poder salir de la isla "es el testimonio más fehaciente de que por infortunio nada ha cambiado en el sistema autocrático cubano".