LONDRES. El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, llegó hoy al Tribunal Superior de Londres para comparecer en la vista sobre el recurso de la Fiscalía británica contra su libertad condicional, que había sido concedida el martes por la corte de magistrados de Westminster (capital británica).
El fundador de WikiLeaks, australiano de 39 años, es solicitado por las autoridades suecas en relación con supuestos delitos de agresión sexual, todos negados por Assange.
El pasado martes, el tribunal de Westminster le concedió a Assange la libertad bajo fianza y exigió el pago en metálico de 200.000 libras (unos 230.000 euros), dinero que destacadas personalidades han ofrecido contribuir.
Sin embargo, en el último momento la Fiscalía presentó un recurso contra esa libertad, por lo que el fundador de WikiLeaks deberá continuar en prisión hasta que se resuelva la apelación.
El juez Howard Liddle, del tribunal de Westminster, impuso el martes a Assange una fianza total de 240.000 libras (unos 282.720 euros), de las que 200.000 debían depositarse en metálico mientras que el resto son garantías o avales.
Su abogado, Mark Stephens, aseguró que se había logrado reunir aproximadamente la mitad de cantidad exigida y expresó su confianza de que se conseguiría todo el dinero.
Assange fue detenido en Londres el pasado 7 de diciembre de acuerdo con una orden europea de detención emitida por Suecia, que le reclama por supuestos delitos sexuales contra dos mujeres de esa nacionalidad y que, según Estocolmo, no tienen nada que ver con la filtración de cientos de miles documentos confidenciales llevada a cabo por WikiLeaks.
El australiano ha recibido mientras tanto el aval de personalidades de todo el mundo, entre ellos la activista Bianca Jagger, el ensayista Tariq Ali, el cineasta Ken Loach, la millonaria Jemima Khan, el periodista de investigación australiano John Pilger, el escritor Hanif Kureishi y el realizador estadounidense Michael Moore.
Sus simpatizantes hablan de una supuesta conspiración política para lograr la entrega de Assange a Suecia mientras EEUU, donde muchos políticos le acusan de alta traición y han pedido incluso para él la pena de muerte, prepara su propia solicitud de extradición.