ARGEL. A última hora del domingo se produjo un nuevo enfrentamiento entre los militares y un grupo armado localizado en el denso macizo forestal de Sidi Ali Buneb, en el que murieron dos terroristas y dos soldados, mientras que un tercer uniformado resultó herido.
Desde el pasado jueves, cuando el Ejército inició la ofensiva que continúa todavía, se ha cortado la red de telefonía móvil en la zona para impedir la comunicación entre los activistas y para evitar la activación a distancia de artefactos explosivos por medio de teléfonos móviles.
Algunas informaciones apuntan a que entre los muertos en la operación podría estar el líder de la rama magrebí de Al Qaeda, Abdelmalek Drukdel, pero este extremo no ha sido confirmado hasta el momento por fuentes oficiales.
Según el diario electrónico "Tout sur l'Algérie", especialistas de la policía científica han tomado muestras de ADN de la familia de Drukdel para su eventual identificación.
Asimismo, el antiguo número dos del Frente Islámico de Salvación (FIS), Ali Belhadj, declaró que la policía ha recogido igualmente muestras de su ADN para confirmar que su hijo Abdelkahar Belhadj, que se unió a los grupos terroristas en 2007, figura entre los muertos.
La operación se puso en marcha en base a informaciones facilitadas por dos activistas capturados vivos recientemente en la provincia cabil de Bumerdes.
Según fuentes de seguridad, los miembros de AQMI se reagruparon en la zona de Sidi Ali Buneb para mantener una reunión destinada a reorganizar los comandos y relanzar los atentados.
El Ejército ha movilizado gran cantidad de medios materiales y humanos para la ofensiva, incluidos cerca de 4.000 efectivos, helicópteros de combate equipados con lanzamisiles y piezas de artillería.