ESTADOS UNIDOS. El presidente, Barack Obama, no ha tardado en mostrar su decepción por lo que considera "una nueva obstrucción" de los republicanos. "Una minoría de los senadores deseaba bloquear esta importante norma", señaló Obama, quien pide a la cámara que vuelva a estudiar "estos importantes asuntos durante el periodo de sesiones saliente". En enero los republicanos verán reforzada su presencia en el Senado tras el éxito obtenido en las legislativas del 2 de enero.

Las organizaciones que velan por los derechos de los homosexuales en el Ejército critican que la derogación haya fracasado por culpa de las disputas políticas en el Congreso. El demócrata Joe Manchin, de Virginia Occidental, votó a favor de mantener la ley, informa el 'New York Times'.

El presidente de la Campaña por los Derechos Humanos, Joe Solomonese, asegura que el "mayor órgano deliberativo del mundo" ha caído en unas "vergonzosas discusiones de patio de colegio que ponen las políticas partidistas por encima de los intereses" de los militares. Solomonese revela que mantendrán el pulso para conseguir la anulación de la 'No preguntes, no lo digas'. Organizaciones de veteranos también han lamentado el resultado de la votación, puesto que en la misma iniciativa se incluía una gran partida presupuestaria en su beneficio.

PIDEN MÁS DEBATE

Algunos republicanos eran partidarios del 'sí', pero quieren disponer de más tiempo para negociar el proceso de debate y votación. La senadora republicana Susan Collins y el independiente Joseph I. Lieberman tienen intención de presentar un proyecto de ley para tal fin. "Estoy convencida de que hay 60 o incluso 61 o 62 votos para derogar la 'No preguntes, no lo digas' (...) Estoy extremadamente decepcionada con que el líder de la mayoría en el senado (Harry Reid) se apartara de las negociaciones en las que participábamos y que estaban yendo bien" ha añadido. Jim Manley, portavoz de Reid, ha adelantado que éste copatrocinará el proyecto de ley independiente.

El mismo Reid ha reconocido que las tropas "pagarán el precio" de la inhabilidad de los senadores para superar "las posturas políticas partidistas". Se espera que los partidarios de la ley presenten numerosas enmiendas en un eventual debate.