WSHINGTON. El presidente de EEUU, Barack Obama, participó hoy en el encendido oficial de las luces del árbol de Navidad instalado frente a la Casa Blanca, con un mensaje de solidaridad y un recuerdo para los desempleados y los militares que están en el extranjero.
Cientos de asistentes suelen reunirse en el National Mall desafiando al frío de Washington en esta época del año para participar en este evento que marca, de alguna manera, el inicio oficial de la temporada navideña.
Tras la tradicional cuenta atrás, el presidente, con la ayuda de sus hijas Malia y Sasha; su esposa, Michelle, y su suegra, Marian Robinson, pulsó el botón para encender las luces del enorme árbol situado en la Elipse del National Mall.
Predicando con el ejemplo, el abeto de casi 13 metros de alto está decorado con luces de bajo consumo, al igual que el año pasado, informó la Casa Blanca.
El mandatario señaló que esta tradición que se remonta a hace 88 años no siempre ha estado exenta de problemas. Según contó entre risas, un año dos ovejas que formaban parte de una escenificación del Nacimiento, se escaparon causando un gran atasco en hora punta.
En un tono más serio recordó que esta ceremonia refleja también los duros momentos por los que han pasado los estadounidenses a lo largo de su historia.
Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, recordó, no hubo luces en el árbol para ahorrar electricidad y este año pidió a todos los asistentes un recuerdo para aquellos que no tienen trabajo y los que sirven en las Fuerzas Armadas y están lejos de sus familias.
Obama señaló que tanto él y su familia celebran la Navidad como cristinos, pero subrayó que el nacimiento de Jesús "es un mensaje universal".
"El nacimiento de un niño que fue alumbrado lejos de su casa para difundir un mensaje de amor y redención para la humanidad por todo el mundo", dijo Obama.
Un mensaje que "no importa quiénes seamos o de dónde vengamos (...) estamos llamados a amarnos unos a otros como hermanos y hermanas", agregó, antes de desear feliz Navidad a todos.