Seúl. El Ejército de Corea del Sur desplegó misiles tierra-aire en la isla de Yeonpyeong, atacada el pasado 23 de noviembre por la artillería norcoreana, como parte de su plan para aumentar la defensa en las islas del Mar Amarillo (Mar Occidental).

Políticos surcoreanos criticó que pasaron 13 minutos hasta que el Ejército respondió a los primeros obuses norcoreanos y también que la reacción careció de contundencia. Corea del Sur dobló hasta 12 el número de baterías K-9, con capacidad para lanzar obuses de 155 milímetros, y desplegó un sistema de lanzamiento múltiple de misiles de 130 milímetros para reforzar su capacidad de respuesta rápida ante una nueva provocación norcoreana.

Asimismo, Seúl y Washington dieron por terminados cuatro días de maniobras navales conjuntas en el Mar Amarillo, que planean repetir en el futuro como medida disuasoria contra el Norte. Los ejercicios, que contaron con la participación del portaaviones de propulsión nuclear estadounidense George Washington, diez navíos de guerra y 7.300 militares, se anunciaron después del ataque norcoreano.