Río de Janeiro. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que la ocupación policial del conjunto de favelas conocido como Complexo do Alemao, hasta el domingo un importante fortín del narcotráfico en Río de Janeiro, es sólo el comienzo de una guerra contra el crimen organizado que ganarán las autoridades. La ocupación del conjunto de barriadas pobres por unos 2.700 policías y militares permitió tomar el control de una amplia región dominada por el narcotráfico, así como arrestar a cerca de 20 personas y decomisar unos 50 fusiles y 13 toneladas de marihuana.

La exitosa operación, con tres narcotraficantes muertos y sin heridos entre los policías y la población civil, sorprendió por la falta de resistencia de los pistoleros, y aún hay dudas sobre el paradero de los cerca de 600 narcotraficantes armados que se calcula estaban en el Complexo do Alemao. "Dimos el primer paso: estamos dentro del Complexo do Alemao", aseguró el mandatario. Parte de los soldados que ayudaron a ocupar el conjunto de favelas permanecerá en el Complexo de Alemao para garantizar el orden público hasta que se pueda instalar un puesto policial permanente. Las Unidades de Policía Pacificadora, que las autoridades prevén instalar también en Vila Cruzeiro, dependerán de la formación de una nueva promoción de agentes de policía, lo que puede tardar entre seis y siete meses.