estrasburgo. El Parlamento Europeo reclamó ayer una investigación internacional auspiciada por Naciones Unidas para esclarecer los sucesos violentos de El Aaiún y condenó el uso de la violencia, pero evitó referencias explícitas a Marruecos con lo que la declaración, a nivel político, no implica una advertencia a Rabat. El único punto que compromete la actuación del régimen alauí en la crisis de Gdeim Izik es el referente al veto informativo, práctica que sí fue censurada por la Eurocámara aunque en su versión de "falta de transparencia".
El texto consensuado y apoyado por todos los grupos manifiesta en su primer punto la "profunda preocupación (del Parlamento Europeo) por el notable deterioro de la situación en el Sahara Occidental", y condena "con firmeza los violentos incidentes que se produjeron en el campamento Gdeim Izik cuando estaba siendo desmantelado y también en la ciudad de El Aaiún".
En su segundo punto pide "a todas las partes que mantengan la calma y se abstengan de llevar a cabo cualquier nuevo acto de violencia", les felicita por no haber roto el proceso de diálogo informal (que apoya) y pide a los actores regionales que "actúen de forma constructiva". Asimismo el punto 3 "lamenta la pérdida de vidas humanas, y expresa su solidaridad a las familias de las víctimas, de los heridos y de los desaparecidos". La resolución no olvida que las circunstancias de la muerte "violenta" del ciudadano saharaui español Babi Hamday Buyema aún "no se han aclarado".
lamentos La Eurocámara "toma nota" de la constitución por parte de Marruecos de una comisión de investigación, pero considera que las Naciones Unidas "serían el órgano más adecuado para llevar a cabo una investigación independiente a nivel internacional".
Asimismo y sobre el veto informativo impuesto por Rabat, el legislativo de la UE se limita a "lamentar los ataques contra la libertad de prensa y de información que han sufrido numerosos periodistas europeos", y pide a Marruecos que permita "el libre acceso de la prensa, los observadores independientes y las organizaciones humanitarias al Sahara Occidental".
Como único hecho novedoso, el texto señala la necesidad de pedir a la Organización de Naciones Unidas "el establecimiento de un mecanismo de control de los derechos humanos en el Sahara", mecanismo que hoy en día no existe pese a la presencia de una misión específica en la zona: la Minurso.
La Eurocámara apuesta por una "solución política justa, duradera y mutuamente aceptable" para solucionar el conflicto, aunque no nombra el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui salvo cuando implícitamente reclama que la solución sea "de conformidad con lo establecido en las resoluciones pertinentes" de la ONU.