BAGDAD. El presidente iraquí, Yalal Talabani, encargó hoy oficialmente al primer ministro iraquí saliente, Nuri al Maliki, la formación de un nuevo gobierno en un plazo máximo de 30 días.

En un discurso televisado, Talabani encargó a Al Maliki la formación de un gobierno que esté "constituido por todos los componentes del pueblo, sin descartar a ninguno".

Asimismo, solicitó a Al Maliki respetar la Constitución y los intereses comunes, luchar contra la corrupción y suprimir los obstáculos que impiden a las Fuerzas Armadas el desarrollo de su cometido.

Aunque Talabani ya adelantó el pasado día 11 de este mes, tras ser reelegido presidente del país por el Parlamento, que nombraría a Al Maliki responsable de la formación de un nuevo Ejecutivo, dicho encargo no se ha hecho oficial hasta hoy.

Tras recibir el encargo, en una breve ceremonia celebrada en la residencia de Talabani en Bagdad, Al Maliki agradeció al pueblo iraquí y al presidente por haber depositado en él la confianza para la formación del Gobierno.

"Hermanos, sé muy bien que la formación del Gobierno, que me han encargado, no es fácil", aseguró Al Maliki, quien destacó la etapa "sensible" que atraviesa el país.

Tomando el relevo de las palabras del presidente Al Malikí aseguró: "Me dirijo al pueblo y a los políticos con todas sus corrientes para que superen todas las diferencias y abran una nueva página para la cooperaión".

Además, instó a que los iraquíes sirvan al país y no a los intereses de los partidos.

Asimismo, destacó que el mantenimiento de la seguridad es una responsailidad que concierne a todos e instó a apoyar a los cuerpos de seguridad "en su misión difícil".

Además, se comprometió a llevar a cabo la reconstrucción del país y a corregir los "errores" cometidos en el pasado respecto a las relaciones exteriores de Irak.

La formación de un nuevo gobierno está pendiente desde las elecciones del pasado 7 de marzo, en las que ninguna fuerza política logró la mayoría absoluta.

Al Maliki cuenta con 30 días para elegir a los 38 ministros que constiuirán el Ejecutivo y que tendrán que recibir el beneplácito del Parlamento, una elección que deberá satisfacer a las distintas fuerzas políticas del país.