Pekín. Japón, Estados Unidos y Corea del Sur pidieron ayer a China una mayor implicación para contener a su aliado, aunque exmiembros del gobierno señalan que la capacidad de influencia de Pekín es limitada y su estrategia va a consistir en evitar una escalada de la tensión en la península coreana.

"La solución de este conflicto no depende de China", aseguró ayer Liu Jiangyong, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tsinghua y hasta 2003 miembro de alto nivel de la Oficina Central de la cancillería.

Liu atribuye la reacción de Pyongyang a las maniobras conjuntas celebradas en octubre entre EEUU, Corea del Sur, Japón y Australia, consideradas una "declaración de guerra" por el régimen norcoreano, y por el anuncio de Washington y Seúl de iniciar nuevos ejercicios este fin de semana.

"Si China no puede pedir que EEUU y Corea del Sur abandonen sus maniobras militares, tampoco es posible que China le pida a Corea del Norte que no recurra a un ataque militar", prosiguió.

En su opinión, Pekín debería sugerir a Washington y Seúl que cancelen sus maniobras, convencido de que Pyongyang no avisó a su principal aliado político y suministrador del ataque. "Para Corea del Norte, las maniobras conjuntas EEUU-Corea del Sur son un desafío. Es posible que el régimen norcoreano haya hecho una lectura errónea de esas maniobras", dijo Liu.

China es el principal aliado de Corea del Norte por su apoyo político y sus suministros de ayuda. Para Pyongyang, que vive uno de sus déficit alimentarios, es importante cooperar con Pekín para mantener su seguridad y desarrollo.

Sin embargo, según Liu y otros expertos, la capacidad de influencia de Pekín es limitada ya que Corea del Norte no acepta órdenes ni de China ni de su otro aliado, Rusia. "China está promoviendo la reanudación del diálogo a seis (para el desarme nuclear norcoreano) para principios de 2011. Nunca habría permitido ese conflicto si lo hubiera sabido de antemano. Este ataque es un gran disgusto para los esfuerzos chinos", señala el profesor Sun Zhe, de la misma universidad.

La provocación norcoreana se produce días después de que desvelara un nuevo programa de enriquecimiento de uranio a un profesor estadounidense, en violación del acuerdo alcanzado en el diálogo que desde 2003 mantienen ambas Coreas, EEUU, Rusia, Japón y China.

llamamiento a la calma China, principal aliado de Corea del Norte, llamó ayer a la "calma" a las dos Coreas para evitar una escalada de violencia tras el ataque norcoreano, contestado, a su vez, por Seúl, en lo que supone el incidente más grave desde el armisticio de 1953.

"China insta de manera firme a Corea del Norte y a Corea del Sur a que mantengan la calma y la contención y a que inicien un diálogo y contactos a la mayor brevedad posible", manifestó el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hong Lei.

Añadió que el régimen chino se opondrá a "cualquier acción perjudicial para la paz y la estabilidad" en la península coreana. El funcionario reiteró la preocupación de Pekín por el desarrollo del conflicto, que ha dejado 4 muertos (dos civiles y dos soldados) y 16 heridos.

Ésta es la primera respuesta oficial de China, principal aliado del régimen norcoreano, después de que el martes se limitara a expresar su preocupación y pidiera una verificación del intercambio de artillería iniciado por Pyongyang.