KATMANDú. Varios países y organismos donantes de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, han instado a los dirigentes de Nepal a poner fin a la situación de inestabilidad política que atraviesa este país porque afirman que ha limitado los proyectos para el desarrollo y podría reducir la ayuda que recibirá en el futuro el que es el Estado más pobre de Asia.
El periodo de inestabilidad comenzó el pasado mes de junio, cuando el primer ministro, Madhav Kumar Nepal, dimitió al verse presionado por la oposición maoísta, que tiene el control del Parlamento pero no ha logrado elegir un nuevo jefe de Gobierno pese a haberlo intentado en 16 ocasiones.
Esta es la primera vez que los donantes expresan su preocupación por la situación política de Nepal, que ha puesto en peligro la paz que hace cuatro años acabó con una guerra civil que ya duraba una década y ha retrasado la redacción de la que será la primera Constitución republicana del país.
El pasado fin de semana, el Gobierno interino se vio obligado a hacer uso de los poderes presidenciales en situaciones de excepción para presentar, con un retraso de cuatro meses, los presupuestos anuales, ya que de que los maoístas se negaban a ofrecer su apoyo en esta cuestión.
En una declaración conjunta firmada este martes por la noche, una docena de donantes --entre ellos, el Banco Mundial y la Unión Europea-- advierten de que el estancamiento político ha paralizado o retrasado muchos proyectos de desarrollo y podría afectar negativamente a la ayuda que ofrecerán en el futuro los donantes.
"La situación inestable de Nepal ha hecho que para muchos donantes cada vez sea más difícil justificar que Nepal deba recibir apoyo en un mundo en el que hay muchas necesidades que compiten por unos recursos para el desarrollo que son limitados", explican.
Más de dos tercios de los proyectos para el desarrollo económico de Nepal dependen de la ayuda internacional.