LISBOA. La cumbre de la OTAN acordará hoy la creación de un escudo antimisiles y un amplio plan de reformas internas para adecuar la organización a las nuevas amenazas de origen global.

Los jefes de Estado y Gobierno aliados inician esta tarde en Lisboa una cumbre de dos días que busca aplicar a la organización los cambios más importantes desde su creación en 1949 como eje de la defensa común durante la Guerra Fría.

Los líderes de los 28 países miembros darán su acuerdo político esta noche a la creación de un sistema de defensa contra misiles balísticos, con el que se prevé proteger a largo plazo el territorio de la Alianza.

La OTAN argumenta que más de treinta países tienen misiles de este tipo o están desarrollando la tecnología para conseguirlos, sin contar el peligro de que acaben en manos de grupos terroristas, por lo que dotarse de este sistema forma parte de su misión de proteger el territorio y la población de los países miembros.

Además de tomar la decisión, los líderes aliados invitarán a Rusia a cooperar con este sistema, una cuestión que se tratará en la cumbre con el presidente ruso que se celebrará mañana sábado.

La cumbre acordará también un nuevo concepto estratégico -un documento que recoge las tareas que debe cumplir la Alianza-, ya que el actual (aprobado en 1999, cuando la OTAN sólo tenía 16 miembros) no recoge muchas de las realidades internacionales surgidas tras el final de la Guerra Fría.

El documento establece que muchas de las amenazas que afronta la OTAN proceden de fuera de su vecindad inmediata, por lo que la Alianza preconiza que sus miembros tengan fuerzas más fácilmente desplegables y sostenibles en puntos alejados del globo, o que se pueda actuar en nuevas amenazas, como la ciberseguridad.

La acción en zonas alejadas impone también la actuación de acuerdo con Naciones Unidas, algo que aparecerá mencionado en el documento. También se prevé una mayor cooperación con la Unión Europea y con los principales países de la escena internacional.

Funcionarios de la OTAN y diplomáticos han estado negociando hasta el último momento el principal punto que queda abierto, y que se refiere a que la Alianza mantendrá la disuasión nuclear.

Mientras Francia insiste en que se pacte un lenguaje que mantenga la independencia de su fuerzas nucleares (no integradas en la OTAN), varios países capitaneados con Alemania insisten en no cerrar la puerta a una futura desnuclearización de Europa.

La cumbre tiene previsto aprobar hoy también las directrices para recortar el número de cuarteles generales de once a siete, y el de agencias de catorce a tres.

El objetivo es lograr importantes mejoras de eficiencia y ahorros económicos, más aún en épocas de recortes en los presupuestos de defensa de los países de la Alianza a causa de la crisis.

Este acuerdo se limitará al modelo ideal de estructura, ya que las instalaciones que serán cerradas se decidirán durante el primer semestre del año próximo, lo que evitará en Lisboa las disputas entre los posibles países afectados.

Finalmente, el secretario general, Anders Fogh Rasmussen, presentará hoy a los líderes una lista de diez elementos prioritarios para la inversión en defensa.