GASTEIZ. El Parlamento Vasco ha condenado los "gravísimos incidentes" acaecidos en El Aaiún al desalojar por la fuerza las autoridades marroquíes el campamento en el que protestaban pacíficamente por su situación más de 20.000 saharauis, por lo que ha pedido observadores internacionales de forma permanente.

El Parlamento Vasco ha aprobado una declaración institucional, que será enviada a las autoridades marroquíes, a las autoridades saharauis, al Gobierno español, la Unión Europea y a Naciones Unidas, en la que condena los actos de violencia del Gobierno de Marruecos sobre la población saharaui, a la que muestra su solidaridad y apoyo.

En el texto, la cámara vasca denuncia la actitud del Gobierno de Marruecos de impedir el acceso de los miembros del Parlamento Europeo, del Parlamento de la Comunidad Autónoma Vasca y del Parlamento de Navarra a los territorios ocupados del Sahara Occidental y reitera su compromiso en la denuncia de la situación que sufre el pueblo saharaui y la reivindicación de sus derechos civiles y políticos.

Asimismo, manifiesta su preocupación ante las violaciones de Derechos Humanos que causa la presión de las fuerzas policiales y militares de Marruecos en el Sahara Occidental, por lo que pide a Naciones Unidas que dote a la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sahara Occidental (MINURSO) de la potestad de salvaguardar los Derechos Humanos de la población saharaui.

El Parlamento Vasco insta además al Gobierno español y al conjunto de instituciones a "mantener una postura garantista y vigilante ante las violaciones de derechos humanos" en la zona y a "intensificar las labores diplomáticas que sean necesarias para poner fin al asalto violento contra el campamento Gdeym Izik y a los posteriores incidentes del Aaiún, de forma que se eviten nuevas víctimas".

Junto a todo ello, manifiesta la necesidad de mantener observadores internacionales permanentemente en los territorios ocupados. Tras reafirmarse en el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui en los términos acordados por la ONU, solicita al Gobierno de España que "tome el papel que le corresponde y apoye el proceso de resolución del conflicto en el marco de Naciones Unidas".

Por último, anima a la ciudadanía e instituciones a participar en los actos de repulsa por estos hechos que se vayan a convocar en Euskadi.