Zagreb. El presidente de Serbia, Boris Tadic, pidió ayer perdón por la matanza en la ciudad croata de Vukovar en 1991 y rindió homenaje a las más de 200 víctimas de los crímenes cometidos por el Ejército serbio en esa ciudad. "Estoy aquí para rendir homenaje a las víctimas y una vez más ofrecer palabras de perdón y expresar arrepentimiento", dijo Tadic en una declaración en el memorial de Ovcara, donde está la fosa común de las víctimas, cerca de Vukovar. Tadic se convirtió ayer en el primer líder serbio que visita la localidad croata tras la guerra de los Balcanes de 1991-1995.
El mandatario serbio expresó la esperanza de que con su gesto de reconocer el crimen y pedir perdón facilitará la reconciliación "para que Serbia y Croacia abran una nueva página de su historia". "La República de Serbia, la Serbia democrática, quiere establecer una política de buena vecindad y cooperación, una política de reconciliación, totalmente contraria a la política de los años 90", afirmó Tadic. El presidente croata, Ivo Josipovic, aceptó el ofrecimiento.