BRASILIA.- Menos de 24 horas después de confirmarse como la primera mujer elegida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff se reunió hoy con asesores para armar su equipo de transición, mientras organiza para la semana próxima una serie de viajes internacionales con su mentor, el actual presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Según el ministro Paulo Bernardo -quien comanda la cartera de Planeamiento en el gobierno Lula y es apuntado como candidato a ministro del Gabinete Civil de Rousseff-, el ciclo de viajes comenzará el sábado, cuando el mandatario y su sucesora electa partirán a Mozambique para visitar las obras de una fábrica de medicamentos que será construida en la capital, Maputo, con la ayuda de Brasil.

Tras la visita al país africano, Lula y Rousseff viajarán a Seúl para la cumbre del G20 -conformado por los líderes de las principales economías industrializadas y emergentes- en la que se formalizará el aumento del peso de los países en desarrollo en el proceso de decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Durante la conferencia que se celebrará en la capital de Corea del Sur, Lula da Silva expresará la preocupación de Brasil ante la "guerra cambiaria" desatada por la acentuada depreciación de las divisas de Estados Unidos y de otros países occidentales para hacer frente a la competitividad externa de los productos de China.

Bernardo aclaró que Lula pretende que Rousseff lo acompañe a otros ocho viajes internacionales que realizará hasta el final de su mandato, el 31 de diciembre. Entre las citas programadas están visitas oficiales a países sudamericanos -incluidos Argentina y Chile- y cumbres del Mercosur y de la Unión de las Naciones Sudamericanas (Unasur).

En el encuentro realizado hoy en Brasilia, Rousseff debatió con sus principales asesores -entre ellos el presidente de su Partido de los Trabajadores (PT), José Eduardo Dutra- la estrategia de negociación con los diez partidos aliados en torno a la formación del futuro gobierno.

Participaron además en la reunión el diputado José Eduardo Cardozo -apuntado por la prensa como fuerte candidato a ser ministro de Justicia en el gobierno Rousseff-, el ex ministro de Hacienda de Lula Antonio Palocci y el ex alcalde de Belo Horizonte Fernando Pimentel.