NUEVA YORK. Los países dotados de una rica variedad de flora y fauna, como Brasil, India o Colombia, consideran que este protocolo ayudaría a poner fin a la "biopiratería" --la explotación comercial de plantas u otros recursos genéricos sin la correspondiente compensación a sus países o comunidades de origen-- y permitiría que los países en vías de desarrollo se beneficiasen de sus recursos naturales o de sus medicinas tradicionales.

"Países como Brasil e India han sido víctimas de la piratería desde hace muchas décadas y necesitan proteger sus recursos biológicos y sus conocimientos tradicionales", declaró ante los periodistas el ministro indio de Medio Ambiente, Jairam Ramesh, quien precisó que el protocolo permitiría el control del uso comercial de los conocimientos tradicionales y de los recursos genéricos.

El protocolo de "acceso y participación de beneficios" podría quedar definido esta misma semana en Montreal y aprobarse el próximo mes en Nagoya (Japón). No obstante, los representantes de los países no han sido capaces hasta la fecha de elaborar un proyecto. "De aquí a Nagoya, corresponde a los ministros encontrar una solución política a algunos problemas", afirmó Ramesh.

UNIVERSIDADES Y COMPAÑÍAS

El llamado protocolo ABS afectaría tanto a los investigadores y universidades como a las compañía de los países desarrollados a la hora de utilizar los genes de plantas o animales procedentes de los países en vías de desarrollo. Un caso claro es el de las compañías farmacéuticas, que se verían obligadas a compartir con las poblaciones indígenas locales los beneficios o los 'royalties' que se derivasen de las investigaciones con las plantas de las selvas amazónicas.

El viceministro de Medio Ambiente colombiano, Carlos Castaño, declaró que la aprobación de este protocolo es fundamental para garantizar "que los beneficios de la biodiversidad lleguen a las comunidades indígenas locales".

Aparte, ayudaría a salvaguardar los derechos de propiedad de los países. "En Brasil tenemos un fruto cuyo nombre ha sido patentado por otro país y nosotros tenemos un conflicto por el derecho a utilizar el nombre de un producto nuestro en nuestros propios productos", declaró el negociador jefe sobre el clima de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo Machado, en referencia a la baya denominada Acai.

El protocolo formaría parte de la Convención de Naciones Unidas sobre Biodiversidad Biológica, que reconoce los derechos de soberanía de los Estados sobre sus recursos naturales procedentes de las áreas bajo su jurisdicción y obliga legalmente a los países a preservar la diversidad biológica.