WASHINGTON. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, se comprometieron ayer a continuar las negociaciones de paz y a reunirse de nuevo el 14 y 15 de septiembre próximos en un país de la región. Pero éste no es el único encuentro que ambos líderes mantendrán en el futuro ya que, bajo el auspicio de EEUU, tanto Abás como Netanyahu aceptaron un calendario que incluye encuentros cada quince días. El objetivo último, según desveló el enviado especial estadounidense, George Mitchell, es lograr, en el plazo de un año, un acuerdo que "ponga fin al conflicto y establezca una paz duradera". "Hemos relanzado con éxito las negociaciones directas para lograr, en el plazo de un año, un acuerdo que ponga fin al conflicto", sentenció Mitchell.

Mitchell señaló que no podía dar detalles sobre el contenido de las discusiones porque las partes consideran que para que tengan éxito, es mejor mantenerlas "en privado" y con discreción. Sin embargo, precisó que las partes concluyeron la primera ronda de las negociaciones, que duró aproximadamente dos horas e incluyó una sesión plenaria con las delegaciones estadounidense, israelí y palestina. Fue "una discusión larga y productiva sobre varios temas" y Netanyahu y Abás expresaron su intención de abordar estas negociaciones "de buena fe y con seriedad", dijo partiendo de la condena de "todas las formas de violencia que atacan a civiles inocentes". La meta común, según Mitchell, "es lograr la creación de dos Estados para israelíes y palestinos" y, para ello, el próximo "paso lógico" será trabajar en un "acuerdo marco para el estatus permanente" que incluya "compromisos fundamentales" que, en última instancia, permitan un acuerdo que "ponga fin al conflicto y establezca una paz duradera".

posturas Sin embargo las posturas, a día de hoy, siguen muy distantes con el tema de los asentamientos de fondo. Los palestinos quieren su fin y que se desmanteles los ya creados y los israelíes no lo aceptan.

Antes de las dos reuniones que ayer mantuvo con Netanyahu (primero junto a Hillary Clinton y después a solas), el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, reiteró su llamamiento a los israelíes para que cesen "toda actividad" en los asentamientos judíos, como requisito para lograr un acuerdo de paz en la región. "Una vez más, queremos declarar nuestro compromiso con la seguridad y poner fin a la incitación (a la violencia), pero instamos a los israelíes a que cesen las actividades en los asentamientos y levanten el embargo" en Gaza, dijo Abás, quien agradeció al presidente norteamericano, Barack Obama; a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y al enviado especial estadounidense, George Mitchell, por el "inquebrantable esfuerzo que ejercieron en el último mes" para facilitar el reinicio de las negociaciones, interrumpidas hace 20 meses.

Agregó, sin embargo, que hay por delante varios obstáculos para llegar a un acuerdo de paz, aunque consideró que esto podría ser posible "dentro de un año". "Lo que nos anima y nos da confianza es que el camino está claro para alcanzar la paz", afirmó el líder palestino, al señalar que "no estamos comenzando de cero, porque ya hemos tenido varias rondas de negociaciones" bilaterales.

Abás reiteró la posición palestina en el sentido de que los israelíes deben no sólo frenar la construcción de asentamientos sino poner en libertad a los presos palestinos, entre otros requisitos.

Por su parte el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo a Abás que está dispuesto a hacer concesiones si los palestinos también lo hacen, para alcanzar la paz. "Una paz duradera, sólo la conseguiremos con concesiones mutuas y dolorosas por ambas partes", dijo.

Netanyahu reiteró que está dispuesto a lograr "un compromiso histórico" para la paz en la negociación con el líder palestino a quien calificó de "un socio para la paz", al igual que hizo el miércoles poco antes de la cena que ofreció el presidente estadounidense Barack Obama a los líderes de la región.

"Esto no va a ser fácil" reconoció Netanyahu, aunque subrayó que "la gente de Israel, y yo soy el primer ministro, están preparadas para andar en esta ruta" y se preguntó si los palestinos también lo están. Los dos pilares sobre los que se apoya la paz son la "legitimidad" y la "seguridad", enfatizó el primer ministro.