ISLAMABAD. Al menos 21 personas murieron hoy y 80 resultaron heridas en un atentado suicida durante una manifestación propalstina de fieles de la minoría musulmana chií en la ciudad sudoccidental paquistaní de Qüetta, informó a Efe una fuente policial.

El ataque tuvo lugar en torno a las 15.00 horas locales (10.00 GMT), cuando unas 2.500 personas estaban manifestándose en la zona de Mizan Chowk de la ciudad, capital de la provincia de Baluchistán, en un acto convocado por la principal organización estudiantil chií del país asiático.

Los chiíes representan en torno al 20 por ciento de la población de Pakistán, de mayoría suní, corriente a la que pertenecen gran parte de los grupos extremistas.

Tras la explosión, algunas personas iniciaron protestas, destruyeron comercios y efectuaron disparos al aire, según los medios paquistaníes, que agregaron que entre los heridos hay varios periodistas.

Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona, mientras que los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos.

Con esta acción en Qüetta, son ya tres los ataques terroristas que se han registrado hoy en Pakistán, los anteriores en el conflictivo noroeste, con lo que el total de víctimas mortales asciende a 23.

Dos horas antes, un suicida hizo estallar la carga explosiva que portaba al ser interceptado por las fuerzas de seguridad en la entrada de un templo de la secta minoritaria islámica "ahmedi" en la ciudad noroccdental de Mardán; la explosión mató a un guardia y causó heridas a tres fieles, informó a Efe una fuente policial.

A primera hora de la mañana, la detonación de un artefacto mediante control remoto al paso de un furgón policial acabó con la vida de un policía e hirió a otros tres en las afueras de la ciudad de Pesháwar, capital de la provincia de Jáiber-Pajtunjua, según otra fuente de seguridad consultada por Efe.

Pakistán sufre desde finales de julio las peores inundaciones de su historia, que han dejado más de 18 millones de damnificados y anegado una quinta parte de su territorio, pero la catástrofe no ha impedido a los integristas continuar con sus violentos ataques.

El pasado miércoles, un triple atentado suicida contra otra procesión chií causó la muerte de al menos 35 fieles e hirió a más de dos centenares en la ciudad oriental de Lahore.

El Ejército paquistaní combate actualmente a la insurgencia talibán, que ha reivindicado el ataque de Lahore, en varias áreas del noroeste y de la frontera con Afganistán.