bagdad. El Ejército de EEUU abrió otra etapa de su presencia en Irak con la operación Nuevo Amanecer", inaugurada ayer en un acto en Bagdad en el que el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, declaró el fin oficial de la misión de combate. "La operación Libertad Iraquí se ha terminado, pero el compromiso de EEUU con Irak continuará con la misión que comienza hoy -por ayer-", dijo Biden durante la ceremonia en la principal base militar estadounidense Camp Victory, en las afueras de Bagdad.

La nueva misión trajo consigo un cambio en el mando militar norteamericano, el relevo del hasta ahora jefe del Ejército de EEUU en Irak, general Ray Odierno, por el general Lloyd Austin. Este último estará a la cabeza de los menos de 50.000 uniformados que quedan en el país y que se dedicarán a tareas de adiestramiento y formación hasta su repliegue, a finales de 2011, de acuerdo con el pacto de seguridad firmado entre ambos países en diciembre de 2008.

los objetivos "Nuestro objetivo no es sólo lograr la seguridad de Irak y su prosperidad económica y estabilidad, sino que esperamos desarrollar los lazos comerciales, culturales y educativos", afirmó Biden. En el mismo acto, el nuevo comandante en jefe del Ejército estadounidense en Irak instó a las Fuerzas Armadas y a la Policía iraquíes a que tomen las riendas para proporcionar seguridad. Asimismo, esbozó las que serán a partir de ahora las líneas de actuación del Ejército de EEUU en Irak. Austin explicó que ayudarán a las fuerzas de seguridad iraquíes a aumentar sus capacidades y a proporcionar una defensa nacional con asesoramiento, asistencia, entrenamiento y equipamiento; además de que "trabajarán "con el Gobierno iraquí para fortalecer las instituciones".

Pese a que destacó el desarrollo significativo de las fuerzas iraquíes, Austin advirtió de que todavía quedan retos, ya que el país "hace frente a un enemigo hostil que está determinado a poner fin al progreso y continuará buscando oportunidades".

Por su parte, el general Raymond Odierno, que transfirió el mando a Austin, hizo un balance de los años transcurridos desde la invasión de marzo de 2003. "Nunca olvidaremos a los 4.163 estadounidenses y a las decenas de miles de iraquíes que murieron por su país o los miles de heridos", indicó Odierno. Un general que recibió el reconocimiento del secretario de Estado de Defensa, Robert Gates. "La dedicación del general Odierno y los sacrificios de las tropas y los esfuerzos de los colaboradores iraquíes hizo posible llegar hasta donde estamos ahora con la dramática reducción de las tropas", dijo Gates.

ninguna intervención local En el acto de ayer, no intervino ningún líder iraquí, aunque el primer ministro en funciones, Nuri al Maliki, ya declaró el martes que Irak es un país "soberano e independiente" con el fin de la misión de combate de EEUU. El Ministerio de Interior iraquí informó hoy de que un total de 426 personas murieron en acciones de violencia en Irak el pasado mes de agosto, una cifra inferior a la registrada el mes anterior, cuando perdieron la vida 535.