Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió ayer al Congreso que apruebe pronto un proyecto de ley que facilite créditos para las pequeñas empresas y prolongue el recorte de impuestos para la clase media, como una medida más para impulsar la recuperación.

"Nos llevó casi una década excavar el pozo en el que nos metimos, y nos llevará aún más tiempo salir de él", sostuvo Obama en una comparecencia en la Casa Blanca tras una reunión con sus asesores económicos. "Hay demasiadas empresas que enfrentan graves dificultades, y hay demasiados trabajadores que no encuentran empleo", añadió el presidente, que luego insistió en que el Gobierno busca aplicar medidas adicionales de estímulo económico.

El Gobierno informó la semana pasada de que el Producto Interior Bruto (PIB) creció entre abril y junio a una tasa anualizada del 1,6%, ocho décimas menos que lo que se había apuntado inicialmente. En el primer trimestre, el ritmo de crecimiento había sido de un 3,7% anual.

"Sabemos que en los meses finales del año pasado, las empresas pequeñas registraron más del 60% de las pérdidas de puestos de trabajo en el país", dijo Obama, y agregó que su administración ha promulgado ocho reducciones diferentes de impuestos para esos empresarios. "Pero debemos hacer mucho más", continuó. A lo que añadió: "Tenemos que recortar los impuestos a las empresas pequeñas y debemos poner a su disposición más préstamos".

Cuando faltan poco más de dos meses para las elecciones que renovarán un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes, Obama culpó a la minoría republicana por la falta de acción legislativa. "Desafortunadamente las leyes que hemos propuesto han languidecido en el Senado durante meses, detenidas por una minoría partidista que ni siquiera permite que se llegue a una votación", agregó. Por otro lado, Obama aseguró ayer que se habían ampliado las sanciones económicas contra Corea del Norte, al incluir en su "lista negra" a cuatro personas y a ocho entidades que Washington acusa de contribuir al programa nuclear de Pyongyang.

En una orden ejecutiva enviada al Departamento del Tesoro, el mandatario explicó que ha tomado esta medida por el ataque de Pyongyang contra el buque surcoreano Cheonan, en marzo. Asimismo, hizo referencia a la prueba nuclear y el lanzamiento de misiles en 2009, y la violación de las resoluciones de sanciones 1718 y 1874 de la ONU, entre otras acciones del régimen comunista norcoreano consideradas una "amenaza" para la seguridad nacional, la política exterior y la economía estadounidense.