Durante un parto en el Hospital Policlínico de Messina (sur de Italia), cinco médicos pelearon provocando la extirpación del útero de la paciente y posibles daños cerebrales en el recién nacido. Los médicos que debían atender a la mujer empezaron a discutir sobre el modo en que se debía practicar la cirugía. La agresividad verbal pronto se convirtió en física y los facultativos llegaron a agredirse físicamente. Mientras, la situación de la mujer empeoró y las condiciones del niño se hicieron críticas, sufriendo éste hasta dos paros cardíacos seguidos, lo que hizo necesario practicar una cesárea de emergencia. Después del parto, el niño fue conducido lo más rápido posible al servicio de cuidados intensivos, mientras, la madre sufrió una hemorragia interna tan grave que fue necesario extirparle el útero.