BANGKOK.- El fallo del Tribunal de Apelaciones supone un respiro para la Administración de Washington, que desde la detención de Bout en Bangkok en 2008, mediante un operativo asesorado por agentes estadounidenses, presionó a Tailandia y agotó la vía judicial para conseguir su entrega.

En agosto de 2009, un tribunal ordinario rechazó la solicitud de extradición realizada por Estados Unidos en base a que Tailandia consideraba a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) un movimiento político y no un grupo terrorista.

Casi de inmediato, Estados Unidos apeló contra esa decisión y dos meses después envió a Bangkok al Fiscal General Adjunto, David Ogen, con la misión de reconducir el caso, una acción que Rusia consideró "inaceptable" por medio de un comunicado oficial. "El tribunal ha decidido que permanezca detenido para ser extraditado a Estados Unidos", dijo el juez Jitaporn Patanasiri, al dar lectura al fallo.

El Tribunal de Apelaciones fijó un plazo de tres meses para extraditar o poner en libertad a Bout, y expuso su desacuerdo con el argumento esgrimido por la defensa de que el caso era político.

Bout, de 43 años y quien durante el proceso mantuvo su inocencia y calificó las acusaciones de "montaje", fue conducido desde la prisión de máxima seguridad hasta el tribunal con grilletes en los tobillos.

Este ex oficial de los servicios secretos de su país no pudo contener el llanto después de conocer el fallo emitido en una sala repleta de público, entre el que figuraban su mujer e hija, así como funcionarios de las embajadas de Rusia y Estados Unidos.

El abogado tailandés del presunto traficante de armas, Lak Nittiwattanwicha, declaró a los periodistas al final de la vista que la defensa intentará bloquear la extradición y para ello pedirá la intervención del Gobierno de Tailandia.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos implica a Bout en operaciones para la venta a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de unos 800 misiles tierra-aire, 5.000 fusiles de asalto AK-47, explosivos C-4 y minas antipersona, entre otras armas valoradas en varios millones de dólares.

Según el FBI, Bout también intentó adquirir una batería antiaérea y conspiró para asesinar a ciudadanos estadounidenses.