BUCAREST.- Los repatriados de ayer se suman a los 70 que aterrizaron el jueves en Bucarest, los primeros de los cientos de gitanos rumanos y búlgaros que el gabinete del presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha decidido devolver a sus países de origen en los próximas semanas.
Según cifras del Gobierno rumano publicadas por la prensa local, 371 gitanos rumanos serán devueltos a su país hasta el 26 de agosto.
Varios autobuses transportaron a los retornados hasta la estación de trenes, desde donde empezaron a regresar a sus lugares de origen.
Las autoridades han anunciado planes de integración para los retornados. "Existen programas de integración social del Gobierno rumano y la Agencia Nacional para Gitanos", declaró ayer el coordinador regional del Centro de Inclusión para Gitanos de Timisoara, Ion Golocel, en declaraciones a la prensa local. "Es la opción de cada uno decidir dónde vivir y en qué condiciones, nosotros intentaremos responder a sus necesidades de encontrar trabajo, para que tengan un motivo de establecerse en Rumanía", añadió. Pese a las garantías de París de respetar la legalidad comunitaria, la Comisión Europea advirtió de que seguirá con atención el proceso, calificado de racista por numerosas ONG.