LONDRES. La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) informó hoy de que tiene unas imágenes de un misil estadounidense tomadas tras un ataque el pasado diciembre contra un supuesto campo de entrenamiento de la red Al Qaeda en Yemen, en el que murieron 55 personas, entre ellas 21 niños.

En un comunicado divulgado hoy, AI afirma que el ataque se produjo el 17 de diciembre de 2009 contra la comunidad al-Ma'jalah, en el área de Abyan (sur de Yemen), en el que murieron 55 personas, incluidos 14 supuestos miembros de la citada red terrorista.

La nota agrega que el Gobierno yemení ha indicado que sus fuerzas fueron las únicas que llevaron a cabo el ataque en al-Ma'jalah, el lugar donde supuestamente hay un campo de entrenamiento de Al Qaeda.

Según la organización defensora de los derechos humanos, con sede en Londres, el misil contaba con munición de racimo.

"Un ataque militar de este tipo contra supuestos militantes sin un intento de detenerles es por lo menos ilegal. El hecho de que muchas de las víctimas fuesen mujeres y niños indica que el ataque fue totalmente irresponsable, particularmente teniendo en cuenta la posibilidad de usar munición de racimo", señaló Philip Luther, subdirector del Programa de Oriente Medio y Norte de África de AI.

"De acuerdo con las pruebas aportadas por estas fotografías, el Gobierno de EEUU debe revelar cuál fue su papel en el ataque contra al-Ma'jalah, y todos los Gobiernos involucrados deben mostrar qué pasos tomaron para prevenir muertes innecesarias", agregó Luther.

Las fotografías permiten una identificación positiva de las partes del misil dañado, que parece ser un misil crucero BGM-109 Tomahawk, subraya el comunicado de AI.

Otra instantánea muestra otra munición que no ha explotado, del tipo que transportan los misiles BGM-109D.

Amnistía resalta que ha solicitado información al Pentágono sobre la participación de las fuerzas de EEUU en el ataque y qué medidas pudieron tomar para minimizar los muertos y heridos, pero la organización aún espera una respuesta.

"Amnistía Internacional está muy preocupada por las pruebas de que la munición de racimo pudo haber sido utilizada en Yemen, cuando la mayoría de los estados en todo el mundo se han comprometido a prohibir estos armamentos", señaló el investigador de control de armas de AI, Mike Lewis.