PARÍS. Panamá pidió hoy oficialmente la extradición del ex dictador Manuel Antonio Noriega a las autoridades francesas con el fin de que pueda cumplir la condena por la muerte de Hugo Spadafora Franco, informaron a Efe fuentes diplomáticas.

El Ministerio panameño de Exteriores solicitó ayer a su Embajada en París que presentara oficialmente la demanda de extradición de Noriega, internado en una prisión francesa desde que fue entregado a ese país por Estados Unidos el pasado 27 de abril.

La legación diplomática lo tramitó esta misma mañana, indicaron las fuentes.

Será ahora la justicia francesa la que deberá determinar la suerte de esta demanda de extradición, agregaron.

Francia y Panamá no tienen firmado un tratado de entrega mutua, por lo que el Gobierno puede acceder a la entrega en función del principio de reciprocidad o negarse a la misma.

Además, en virtud del acuerdo con Washington que permitió su extradición a Francia, París deberá consultar con Estados Unidos antes de entregar al ex dictador panameño.

Su entrega a Panamá es complicada en lo inmediato, puesto que Francia lo va a juzgar a finales de mes por un delito de blanqueo de dinero por el que ya fue condenado en ausencia a diez años de cárcel en 1999.

París pretende que Noriega pague sus cuentas con la justicia francesa antes de una eventual entrega a Panamá.

A sus 76 años, el depuesto dictador ha visto cómo la justicia francesa denegaba sus sucesivas peticiones de liberación, por lo que permanece encarcelado en la prisión parisiense de La Santé.

Panamá pide la extradición de Noriega por la muerte por decapitación del opositor Hugo Spadafora en 1989, un delito por el que fue condenado en ausencia en 1993 a 20 años de cárcel.

También está condenado en otros dos casos de homicidio y en otros de malversación y corrupción.

Además, la justicia panameña le reclama por la desaparición y muerte en 1970 del opositor y sindicalista Heliodoro Portugal, cuyo juicio está previsto que se inicie el próximo 7 de julio.

Noriega llegó a Francia procedente de Estados Unidos, donde purgó una pena de 20 años de cárcel por narcotráfico y blanqueo de capitales.

Fue arrestado durante la ocupación estadounidense del país en 1989, una intervención militar que puso fin a sus seis años en el poder del país centroamericano.