ATENAS. Esas conversaciones están consideradas como "decisivas" para saber si Grecia recurrirá al rescate europeo con la colaboración del FMI, que ofreció su ayuda en marzo pasado.
Los países de la zona euro ofrecieron a Grecia un crédito de 30.000 millones de euros a un tipo de interés anual del 5 por ciento, y se esperan entre 10.000 y 15.000 millones del FMI a un tipo de interés menor, todo para 2010.
El ejecutivo del primer ministro socialista griego, Yorgos Papandréu, ha demorado una decisión a la espera de que su país recupere la confianza de los mercados y baje el costes financieros para su deuda, de la que hasta finales de años vencen, al menos, 30.000 millones de euro.
Economistas en Atenas calculan que los contactos para determinar las condiciones de esas ayudas se prolongarán, al menos, de diez a quince días, cuando vence el pago de unos 9.000 millones de euros de créditos.
El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, ha descartado que Grecia se quede sin asistencia para cumplir con el pago de la deuda en mayo, porque puede pedir tanto préstamos a los mercados como a sus socios comunitarios.
Pero se considera improbable que los socios de la Eurozona concedan su ayuda antes de las elecciones regionales germanas, el 9 de mayo, ante los 8.000 millones de euros que debería aportar Alemania, una medida muy impopular en este país.
Con la emisión de deuda ayer por 1.950 millones de euros a tres meses al 3,65 por ciento de interés, quedó demostrado que los mercados aún no tienen confianza en la capacidad griega de pagar su deuda.
El diferencial de los bonos griegos a 10 años respecto al referente alemán volvió hoy a batir un nuevo récord de los últimos once años, al alcanzar los 502 puntos básicos, estabilizándose después en 463 puntos básicos hacia las 10.00 GMT.
Las conversaciones ahora en marcha se centrarán en el Plan de Estabilidad y Desarrollo de Grecia de tres años, aprobado por los socios europeos en febrero, declaró el ministro Papaconstantínu.
El Ejecutivo ha impuesto drásticos recortes de los sueldos y pensiones para el sector público, además de elevar la carga impositiva, con lo que espera ahorrar unos 4.800 millones de euros en 2010 y reducir el déficit fiscal del 12,7 al 8,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) hasta fines de año.
Los representantes de la UE, del BCE y del FMI también abordan a partir de hoy el programa de medidas adicionales para el reajuste fiscal en 2011 y 2012.
Los griegos temen que la ayuda extranjera esté condicionada a una reducción salarial adicional del sector privado y de los funcionarios, un aumento de la edad de jubilación en dos años, un recorte del número de empleados públicos y una mayor flexibilización del mercado laboral.
Además, el gobierno griego tiene listo un proyecto para la privatización y semiprivatización de empresas estatales, que le aportaría unos 2.500 millones de euros.
El FMI estima que Grecia representa un gran amenaza para la zona euro porque el impago de su deuda puede propagarse a otros países comunitarios, según un estudio preliminar elaborado por el organismo antes de la reunión de hoy en Atenas.
El FMI también prevé una contracción del crecimiento económico griego del 2 por ciento para 2010 y del 1,1 por ciento en 2011, así como un índice de desempleo del 12 por ciento este año, para pasar al 13 por ciento en 2011.
Además, la CE anunciará mañana que Grecia cerró 2009 con un déficit fiscal del 12,7 por ciento del PIB y que la deuda pública superó el 113 por ciento del PIB, ambos parámetros muy superiores a los criterios impuestos por el Tratado de Maastricht para la Eurozona.