NUEVA DELHI. La tormenta se desató anoche en el distrito bengalí de Dinajpur, con vientos de hasta 125 kilómetros por hora que arrastraron grandes cantidades de arena.
Más tarde, la tormenta se desplazó hasta los distritos de Araria y Purnia del estado colindante de Bihar.
Al menos 31 personas murieron en Bengala y 29 en Bihar a causa de la tormenta, que ha herido a 225 personas, según distintas fuentes oficiales citadas por las agencias indias. El viento derrumbó miles de árboles que cortaron las principales vías de tráfico, rompió postes eléctricos y líneas de comunicación y destrozó más de 50.000 viviendas.
El inspector de la Policía del tercio norteño de Bengala, Kundan Lal Tamta, expresó a la agencia IANS su temor de que "mucha gente esté atrapada bajo árboles caídos y casas arrasadas". El ministro bengalí de Defensa Civil, Srikumar Mukherjee, explicó a PTI que la tormenta tuvo lugar cuando los ciudadanos ya estaban durmiendo y que los daños han sido considerables porque la mayoría de casas que fueron destrozadas estaban construidas con barro.
Mukherjee describió la situación como "muy grave", dado que se teme que miles de personas se hayan quedado sin hogar.
"No sólo las chozas, ni siquiera las casas pudieron escapar de la cólera (de la tormenta). No hay suministro eléctrico. Los teléfonos fijos y los móviles no funcionan", detalló el ministro.