MOSCÚ. El nuevo jefe del Servicio de Seguridad Nacional de Kirguizistán, Keneshbek Diushebáyev, aseguró hoy que la calma regresó a Biskek, después de que se multiplicaran anoche los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los vándalos dispuestos a saquear la capital.

"La ciudad está bajo control", afirmó Diushebáyev quien agregó que el orden está siendo restablecido, al tiempo que garantizó que no habrá más saqueos.

Señaló que los desórdenes en la capital fueron organizados por los partidarios del recién derrocado presidente, Kurmanbek Bakíev, que provocaron a los jóvenes.

La policía regula el tráfico en la capital para facilitar la limpieza de las calles, el transporte público funciona con normalidad y parte de los comercios vuelven a estar abiertos, según informó desde Biskek la agencia rusa Interfax.

Asimismo se están cumpliendo todos los horarios de los vuelos nacionales e internacionales que parten y aterrizan en el aeropuerto internacional de Manás.

Un portavoz del nuevo gobierno de confianza popular indicó que el número de muertos en los disturbios en la capital ascendió a 76, de los cuales 64 ya fueron identificados.

En tanto, hoy y mañana fueron declarados días de duelo en Kirguizistán en memoria de las víctimas mortales en las manifestaciones antigubernamentales de los pasados días 6 y 7.

Las nuevas autoridades señalaron que asumirán los costes de los funerales de los fallecidos en los disturbios, en los que resultaron heridas además más de 1.500 personas, de las cuales 520 tuvieron que ser hospitalizadas.

Mientras, una delegación del nuevo gobierno de confianza popular arribó a la capital rusa para reunirse con las autoridades de este país.

En Moscú, el viceprimer ministro para asuntos económicos, Almaz Atambáyev, se reunirá con representantes del Gobierno ruso para abordar las posibles ayudas que Rusia pueda prestar a Kirguizistán.

"Rusia siempre ha prestado y está dispuesto a prestar la necesaria ayuda humanitaria al pueblo kirguís", aseguró la víspera el primer ministro, Vladímir Putin, a la nueva líder de Kirguizistán, Rosa Otunbáyeva, en conversación telefónica.