LONDRES. El primer ministro británico, Gordon Brown, anunciará hoy por la mañana la fecha de las próximas elecciones generales, que se celebrarán, según todas las previsiones, el 6 de mayo.

El líder laborista se trasladará primero al palacio de Buckingham para pedir a la reina Isabel II que disuelva el actual Parlamento, tras lo cual confirmará públicamente la fecha electoral y pronunciará un discurso en su residencia oficial del número 10 de Downing Street.

Pese a que los pronósticos presentan a los conservadores como favoritos, Brown aspira a conseguir para su partido la cuarta victoria consecutiva y su primera como primer ministro tras suceder en ese puesto a Tony Blair en junio del 2007.

Por primera vez en una campaña electoral, los líderes de los tres grandes partidos parlamentarios -el Laborista, el Conservador y el Liberal Demócrata- participarán además juntos en tres debates ante las cámaras de televisión.

El líder conservador, David Cameron, pronunciará hoy en Londres un discurso ante sus correligionarios antes de participar en dos actos electorales en Birmingham y Yorkshire.

Los "tories" tienen que conseguir al menos 117 escaños más de los 198 que tienen ahora para lograr una mayoría que les permita gobernar.

Un sondeo que publica hoy el diario "The Guardian" revela que los conservadores tienen una ventaja de 4 puntos, insuficiente para desbancar a los laboristas, aunque otro sondeo, del tabloide "The Sun", da a los tories una ventaja de 10 puntos.

Según "The Guardian", de celebrarse hoy elecciones, los conservadores obtendrían un 37 por ciento de los votos, los laboristas, un 33 por ciento, y los liberales-demócratas, un 21 por ciento.

Por el contrario, de acuerdo con el que publica también hoy "The Sun", los tories obtendrían un 41 por ciento, los laboristas, un 31 por ciento, y los liberales demócratas, un 18 por ciento.

Tan pronto como Brown anuncie la fecha electoral, todos los miembros del Gobierno laborista se pondrán en campaña, al igual que harán sus rivales.

Para conseguir la mayoría absoluta en el Parlamento, el partido ganador tendría que lograr al menos 326 escaños, pues si obtiene menos de ese número, se produciría lo que aquí se conoce como un "hung Parliament" (Parlamento colgado), lo que le obligaría a pactar con otras fuerzas.