TOKIO. Dos grandes pasiones japonesas, la naturaleza y la tecnología, se dan la mano estos días gracias al "sakura", la época de los cerezos en flor, que desata la locura colectiva en Japón y es seguido al detalle por miles de páginas web.

Internet se ha convertido en una herramienta indispensable para los japoneses ávidos de conocer todos los pormenores del "sakura", desde en qué momento y lugar han aparecido los primeros pétalos, hasta el efecto de la presión atmosférica en las delicadas flores.

El objetivo es disfrutar, cámara en ristre, de un efímero espectáculo que se celebra con multitudinarios "hanami", como se conocen las concentraciones bajo los árboles en las que los nipones, distendidos y alegres, hacen correr el sake y la comida.

Pero antes la mayoría habrá consultado la información sobre el "sakura" que estos días inunda redes sociales como twitter o facebook, portales de oficinas turísticas o blogs de aficionados, aunque las páginas estrella pertenecen a las más de 60 agencias meteorológicas que existen en Japón.

Desde 1953 y hasta el año pasado la Agencia Meteorológica de Japón (JMA, en inglés) acarreaba la responsabilidad de pronosticar la fecha del inicio del "sakura", con un frecuente margen de error de uno o dos días.

Este año renunció a esa tradicional tarea porque, según explicó uno de sus responsables a Efe, su trabajo no consiste en "acertar la fecha" de la floración, sino en hacer informes útiles para el pueblo nipón.

Ello no le impidió seguir llevando un estricto control sobre 69 cerezos en todo el país, numerados y considerados "de referencia", y cuyos primeros pétalos en Tokio el pasado lunes permitieron decretar el inicio oficial del "sakura" de 2010.

De acuerdo con su nueva política, la web de la Agencia no ofrece este año información sobre el inicio del "sakura", por lo que los internautas han echado mano de los numerosos organismos que compiten por dar la mejor y más fiable información sobre los cerezos en flor en internet.

Son conscientes de que, con los millones de visitas que reciben sus páginas web estos días, tienen la oportunidad de forjarse una reputación de fiabilidad en un mercado que mueve unos 30.000 millones de yenes (243 millones de euros) anuales, según el diario económico Nikkei.