PAMPLONA. El iceberg B-9B, que chocó contra el morro del glaciar Mertz, ha provocado con su colisión un segundo iceberg de 2.500 kilómetros cuadrados, un tamaño similar al de Luxemburgo.

El B-9B medía 5.000 kilómetros cuadrados cuando se desprendió en 1987, siendo una de las mayores masas de hielo de la Antártida. Desde entonces, este gigantesco bloque helado se mantuvo a la deriva hasta encallar en 1992 en el glaciar Mertz, del que se desprendió hace poco tiempo.

Expertos científicos afirmaron a la agencia Reuters que se trata de un fenómeno natural, y que el cambio climático no ha provocado el desenlace. Sin embargo, el océano sí se podría ver afectado, puesto que la zona es fuente de creación de agua salada, fundamental para que las corrientes oceánicas circulen de modo normal.

Otros casos anteriores y no muy lejanos han tenido lugar en 2002 y en 2007. En el primero de ellos, un iceberg se desprendió de la barrera de hielo de Ross. En 2007 sucedió un caso similar junto al glaciar de Pine Island, pero en esta ocasión el tamaño del gigante de hielo era similar al de Singapur.