ROMA. El director general de la FAO, Jacques Diouf, quiso lanzar hoy una señal de alarma a los Gobiernos de los países participantes en la cumbre para acelerar la lucha contra el hambre, un mal que aborda en su último informe, "El estado mundial de la agricultura y la alimentación", centrándose en la producción ganadera.

El texto, que fue presentado este jueves en la sede de la FAO en Roma, aborda la situación actual de la ganadería en el mundo y recoge las exigencias "urgentes" que ésta necesita, cuestiones relacionadas con el hambre y con esa falta de ayudas prometidas por los líderes mundiales que Diouf denunció hasta en tres ocasiones durante la presentación.

"Nosotros no hemos visto ni un céntimo. Esto no significa que los fondos no hayan terminado en otro lado. Hará falta tiempo para que este compromiso se traduzca en realidad", comentó el director general de la FAO.

Pero tiempo es un bien del que carece el problema del hambre en el mundo, pues, según Diouf, existen riesgos de que se reproduzca la crisis alimentaria de 2007 y 2008, y, por el momento, ya ha pasado casi el primer año de esos tres en los que los participantes del G8 en L'Aquila se comprometieron a donar los 20.000 millones de dólares.

"Queremos lanzar una señal de alarma sobre esta situación para acelerar este proceso, para que estos fondos vayan a los países y zonas que lo necesitan, a través de varios canales", comentó el máximo responsable de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

"En 2007 y 2008 ha habido una crisis alimentaria. Desde entonces han pasado muchas cosas, sobre todo la crisis económica y algunos problemas políticos. Y esto ha hecho que se haya producido una tendencia a olvidar estos problemas", agregó.

La FAO, que en noviembre celebró una cumbre mundial que se cerró sin nuevos compromisos económicos, considera "sustancial" que parte de esos fondos de la lucha contra el hambre, que sufren más de 1.000 millones de personas, llegue a los agricultores y ganaderos.

"Nuestros estudios demuestran que para satisfacer la creciente demanda (de alimentos) de una población en aumento habrá que incrementar la producción y esto no lo podemos hacer sin inversiones", apuntó Diouf, quien exigió a los Gobiernos que actúen pronto y materialicen los compromisos en la lucha contra el hambre.

En su informe anual "El estado mundial de la agricultura y alimentación" de 2009, la FAO exige inversiones urgentes, esfuerzos en investigación y unos gobiernos sólidos para garantizar que la ganadería pueda responder a la creciente demanda de alimentos de una población mundial que se espera que supere los 9.000 millones de personas en 2050.

En este sentido, Diouf pidió hoy "reformas políticas verdaderamente sabias" para contribuir a la erradicación del hambre y la pobreza a través de la ganadería, que supone el 40 por ciento del valor mundial de la producción agrícola.

El aumento de los ingresos, el crecimiento demográfico y la urbanización son, según la organización de Naciones Unidas, la "fuerza motriz" que está detrás de la creciente demanda de productos cárnicos en los países en desarrollo.

Y para satisfacer ese aumento en la demanda, es necesario que la producción mundial pase de los 228 millones de toneladas de carne actuales a los 463 millones en 2050, con un aumento estimado de la población bovina de 1.500 millones a 2.600 millones de reses y de 1.700 a 2.700 en el número de cabras y ovejas.

La FAO quiere con su informe de 2009 lanzar un llamamiento a las autoridades mundiales para que ofrezcan un mayor apoyo a los pequeños agricultores y ganaderos, al tiempo que apuesta por una explotación del ganado que no suponga una "presión excesiva" para los ecosistemas y el medioambiente.

Otro de los asuntos que aborda la organización dirigida por Diouf en el texto es la cuestión de las enfermedades animales, que pueden acarrear riesgos económicos y peligros para la salud del hombre, lo que puede agravar la situación de los más pobres del mundo.